Mike Krumholz es un joven estadounidense de 21 años que perdió la visión de un ojo, luego de infectarse por un parásito. El joven de Florida, Estados Unidos, contó la historia, que partió por una siesta con lentes de contacto, en sus redes sociales.

Joven contó en redes sociales cómo sufrió la infección de un ojo

Según explicó el joven al Daily Star, el organismo se alimentó de su cornea mientras tomaba una siesta de 40 minutos con los lentes de contacto puestos.

“Fui a trabajar y después de eso tomé una siesta de 40 a 45 minutos (…) Cuando me desperté mis lentes de contacto se sentían realmente irritados, como si estuvieran flotando en mi ojo. Los saqué y no había nada malo”, contó al medio inglés.

"Así que a la mañana siguiente me desperté, fui a jugar béisbol y tuve que sacarme los lentes de contacto de inmediato. Le dije a mis padres 'tengo que ir al oftalmólogo, algo no está bien'”, relató.

"Pensé que tenía conjuntivitis o algo así y el médico tomó una foto de la parte posterior de mi ojo después de dilatarlo, y dijo que algo no estaba bien", añadió.

Kremholz aseguró que no fue bien diagnosticado en primera instancia y que se le trató como una infección simple, lo que empeoró la situación.

“No podría explicar un dolor como este en mi vida”, escribió el joven en sus redes sociales donde compartió la historia completa de su tratamiento que comenzó en diciembre de 2019, pero que se extendió hasta febrero.

“El dolor es más desde la parte posterior de mi ojo, todo el camino hacia arriba [desde la parte posterior de mi cabeza] y desciende [hacia el frente]. Es como un shock constante, es un dolor constante. Estoy bastante orgulloso de mi tolerancia al dolor, pero he estado gritando de dolor”, aseguró.

Luego lo revisaron cinco oftalmólogos y dos especialistas en córnea que le diagnosticaron el virus del herpes simplex 1, y le recetaron antibióticos y esteroides, pero esto también habría sido contraproducente.

"El 21 de enero me llamaron diciendo que tenía queratitis por acanthamoeba", contó al Daily Star.

El tratamiento de Kremholz continúa y pese a que incluso considerarse un transplante, se cree que en el mejor de los casos podría recuperar el 50 por ciento de la visión de su ojo afectado.

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