Este sábado (27.8.2016), el Senado de Brasil concluyó el interrogatorio de los testigos relevantes para el juicio político abierto contra la presidenta de ese país, Dilma Rousseff. Se espera que la mandataria presente sus alegatos este lunes (29.8.2016) y que el veredicto sobre su destitución o permanencia en la jefatura del Gobierno se dé a conocer a más tardar el miércoles (31.8.2016). En la última audiencia previa a la comparecencia de Rousseff, el Senado escuchó el testimonio de Nelson Henrique Barbosa, exministro de Hacienda.

Barbosa fue el último testigo presentado por la defensa. En la ronda de interrogatorios también declaró el abogado Ricardo Lodi, profesor de Derecho en la Universidad del Estado de Río de Janeiro, quien terminó siendo rechazado como testigo por haber firmado, hace unos meses, un manifiesto que calificaba de “golpe de Estado” el proceso contra Rousseff. Barbosa, desde un punto de vista económico y de gestión, y Lodi, desde la perspectiva del Derecho, coincidieron en que la otrora “mujer fuerte de Brasilia” es inocente y en que no existe base jurídica que justifique los cargos formulados por la acusación.

Sin embargo, esos argumentos, ya esgrimidos a lo largo de todo el proceso iniciado en diciembre de 2015, no convencieron a la mayoría de los senadores, constituidos en jueces para el proceso. Rousseff ha sido acusada de emitir tres decretos que modificaron los presupuestos sin la venia del Congreso y por contratar créditos con la banca pública en favor del Gobierno. La parte acusadora describe esas faltas como “delitos de responsabilidad”, contempladas en la Constitución como motivos para la posible destitución de un gobernante.

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