Zarina estaba dormida cuando su marido la despertó bruscamente para atarla y cortarle las dos orejas.

Un ataque de violencia doméstica al que no le encuentra sentido esta mujer de 23 años que vive en la provincia de Balkh, en el norte de Afganistán.

"No he cometido ningún pecado. No sé por qué mi marido me hizo esto", dijo Zarina a la BBC.

Ahora se encuentra en hospital, en condición estable pero traumatizada por lo que le ocurrió.

Su esposo se encuentra prófugo tras el ataque, informó la policía a los medios de comunicación locales.

Se casó con él a la edad de 13 años, pero "las relaciones con su marido no eran buenas".

En otra entrevista con Tolo News, Zarina se quejaba de que su marido había tratado de impedir que viera a sus padres. Dijo que ya no quería seguir casada con él.

"Él es un hombre que sospecha de todo y a menudo me acusó de hablar con hombres extraños cuando fui a visitar a mis padres", dijo.

Por eso exige su detención y el procesamiento.

Su caso es el último de una serie de incidentes de violencia doméstica y de género en Afganistán:

  • Enero de 2016: un hombre mutiló la nariz de su esposa, Reza Gul, en el remoto distrito de Ghormach, de la provincia noroccidental de Faryab.
  • Noviembre de 2015: una joven fue lapidada en la provincia de Ghor después de que fue acusada de adulterio.
  • Marzo de 2015: una mujer joven de Kabul, Farkhunda, fue golpeada y quemada hasta la muerte por una turba que le hacía falsas acusaciones de que había quemado un libro del Corán.
  • Septiembre de 2014: un hombre cortó parte de la nariz de su esposa con un cuchillo de cocina en el centro de la provincia de Daykundi, según la policía.
  • 2010: el caso de Aisha apareció en la portada de la revista Time después de que la joven de 18 años fue mutilada por su marido, que le cortó la nariz y las orejas como castigo por escapar de casa.

 

El Parlamento afgano ha intentado varias veces que se aprueben leyes para proteger a las mujeres del abuso doméstico.

Pero el presidente Hamid Karzai se negó a firmar la legislación, a pesar de que había sido aprobada por ambas cámaras del Parlamento.

En 2014, por ejemplo, ordenó cambios en el proyecto de legislación que los críticos dijeron que limitaría severamente la justicia para las víctimas.

El sucesor de Karzai, Ashraf Ghani, tampoco ha dado su firma a la legislación aprobada por la Cámara baja del Parlamento afgano en noviembre, y luego en la Cámara alta en diciembre.

Fue redactada para proteger a mujeres y niños de la violencia y el acoso.

Publicidad