Soraya Martínez Ferrada tiene una vida marcada por el cruce de culturas, el exilio y la política. Nacida en Santiago el 28 de agosto de 1972, su infancia cambió radicalmente a los 8 años, cuando su familia se fue al exilio por la dictadura de Pinochet y se asentó en el este de Montreal, en Canadá.
Hoy, podría convertirse en la primera mujer de origen chileno en liderar la alcaldía de la popular ciudad canadiense.
Según relató Biobío, su compromiso social y sus valores comunitarios nacieron allí, envueltos en una vida familiar que también enfrentó dificultades económicas. Su madre fundó una organización para apoyar a familias con hijos con discapacidades, mientras su padre trabajaba como conductor de bus.
En paralelo, su carrera política la construyó desde abajo: movilización, concejalías y diversas participaciones en proyectos sociales.
Más adelante, entró en el escenario nacional: fue asesora principal del Ministerio de Patrimonio Canadiense entre 2015 y 2018, y luego diputada por Hochelaga, representando a una circunscripción con fuerte presencia francófona e inmigrante, según el citado medio.
Este 2025, el partido Ensemble Montréal la eligió como su líder, convirtiéndola en la carta oficial para disputarle la alcaldía a la actual Valérie Plante. Sus ejes de campaña contemplan vivienda, movilidad, seguridad, economía y medio ambiente, siempre desde una mirada local y de cercanía con los barrios.
Su historia personal y política alimenta su propuesta: cuando su familia llegó a Canadá, vivieron en condiciones modestas. “Estoy muy arraigada al barrio y vivo en el mismo sector con mis hijos adolescentes”, aseguró Soraya Martínez.
Para Martínez, esa conexión con la realidad social es su principal carta a la hora de plantarse frente a la población, que busca gestión cercana y comprometida.
Si triunfa en noviembre, Soraya Martínez Ferrada escribirá un hito: alcaldesa de Montreal, con raíces chilenas y un recorrido de vida que une dos mundos. Una historia de integración, lucha y visión política que busca ganar un espacio en una ciudad tan grande como Montreal mediante las urnas.
