Parece una situación de esclavitud, pero según la propia víctima no lo es. María Trinidad Cortés Antonio (83), estuvo 35 años trabajando para una familia en Medellín sin recibir sueldo alguno. Según publica El Tiempo, la anciana se desempeñaba como asistenta de hogar para una familia de clase alta que, según acusa, la maltrataba.

Pese a ello, la anciana nunca quiso irse del lugar esperanzada de que algún día sus jefes se dieran cuenta de su esfuerzo y le dieran algún reconocimiento. Además, ellos mismos se encargaban de encerrarla para que no se le ocurriera escapar.

“(La familia) Me decían: ¿Y es que la comida y la dormida no valen? Y yo pensaba que pasé tan feliz en Boyacá y en Bogotá, pero en Medellín recibí muchos golpes”, cuenta la anciana quien asegura que los niños de la familia la golpeaban.

Junto a esto, era habitual que, durante las vacaciones, la familia se marchara y la dejara a ella sola en la casa con las provisiones justas para que sobreviviera. Sin embargo, a la anciana esto no le molestó y fue en 1980 cuando aceptó la condición de trabajar sin sueldo recibiendo como pago sólo la comida y el alojamiento en la casa.

Ahora la situación es diferente. Los hechos han salido a la luz pública y el Juzgado 13 Civil de Medellín obligó a los hijos de la familia a pagarle una tutela de un salario mínimo. No conforme con esta resolución, la anciana, con ayuda de dos amigas, intentará hacer justicia para buscar una compensación por su esfuerzo. 

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