1. Incluso los malos libros son libros, y por lo tanto, son sagrados.
El tambor de hojalata, 1959

2. La melancolía ha dejado de ser un fenómeno individual, una excepción. Se ha convertido en el salario ganado de la clase privilegiada, un estado de las masas que encuentra su causa cada vez que la vida es gobernada por cuotas de producción.
Del diario de un caracol, 1972

3. El arte es tan maravillosamente irracional, exuberantemente sin sentido, pero necesario al mismo tiempo. Sin sentido y necesario, eso es difícil de entender para un puritano.
Entrevista con la revista New Statesman and Society, 1990

4. ¿Qué era lo que se narraba cuando nadie sabía aún escribir, anotar? Desde el principio mismo, desde Caín y Abel, se habrá hablado mucho de asesinatos y homicidios. La venganza, especialmente la de sangre, ofrecía material. Y ya muy pronto el genocidio fue habitual.
Discurso de aceptación del Nobel, 1999

5. A la memoria le gusta jugar a la escondida, escaparse. Suele no parar de hablar, disfrazarse, usualmente sin necesidad. La memoria se contradice a sí misma, pedante como es, siempre se saldrá con la suya.
Pelando la cebolla, 2006

6. Estaba callado. Porque tantos otros se han mantenido en silencio la tentación es grande… de echar la culpa a la culpa colectiva, o hablar acerca de uno mismo pero sólo figurativamente en tercera persona: Él estaba, vio, hizo, dijo, él se mantuvo en silencio…
Pelando la cebolla, 2006

7. Tengo ciertas reservas cuando alguien me dice ‘Tengo 500 amigos en Facebook’. Yo digo que alguien que tiene 500 amigos no tiene amigos.
Entrevista con The Guardian, enero de 2014

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