La empresa farmacéutica AstraZeneca se refirió, por primera vez de manera pública, a los efectos adversos que podría tener la vacuna que desarrollaron, en conjunto con la Universidad de Oxford, contra el COVID-19. 

Medios británicos informaron esta semana que la compañía reconoció, mediante documentos judiciales, que su vacuna contra el COVID-19 podría provocar “en casos muy raros”, efectos poco comunes como una trombosis. 

La compañía enfrenta una demanda colectiva en la que se le acusa de que su vacuna contra el COVID-19 habría causado lesiones graves en decenas de casos, e incluso la muerte, por lo que se les exige una compensación económica a los afectados. 

Si bien AstraZeneca ha negado públicamente las acusaciones contra la vacuna que desarrollaron en conjunto con la Universidad de Oxford, en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior dijeron que “en casos muy raros, puede causar TTS”, haciendo referencia al síndrome de trombosis con trombocitopenia, lo que provoca coágulos de sangre a personas.

Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal”, dice el documento legal publicado por medios británicos.

“Además, el TTS también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna). La causalidad en cualquier caso individual será materia de prueba pericial”, dicen desde el laboratorio.

La demanda colectiva contempla 51 casos de personas que aseguran haber sido afectadas, ellas o sus familiares, por efectos adversos de la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca.

Recordemos que desde el inicio de la aplicación de la vacuna del laboratorio AstraZaneca se detectaron algunos casos de trombosis en Europa. Chile no fue la excepción y un caso similar le ocurrió a un joven de, en ese entonces, 31 años de Puente Altolo que llevó a dejar de aplicar la vacuna en menores de 45 años en nuestro país. 

Lee la declaración de AstraZeneca

Desde AstraZeneca no realizamos comentarios sobre litigios en curso. Extendemos nuestra más profunda solidaridad con cualquier persona que haya perdido a un ser querido o haya informado problemas de salud. La seguridad del paciente es nuestra máxima prioridad y las autoridades reguladoras cuentan con estándares claros y estrictos para garantizar el uso seguro de todos los medicamentos, incluidas las vacunas. 

A partir del conjunto de pruebas obtenidas en ensayos clínicos y datos del mundo real, se ha demostrado continuamente que la vacuna AstraZeneca-Oxford tiene un perfil de seguridad aceptable y los reguladores afirman sistemáticamente que los beneficios de la vacunación superan los riesgos de posibles efectos secundarios extremadamente raros. 

Los reguladores de medicamentos de todo el mundo han confirmado que los beneficios de la vacunación superan los riesgos de los extremadamente raros efectos adversos. Según estimaciones independientes, se salvaron más de 6,500 millones de vidas a nivel mundial en el primer año de uso de la vacuna y se suministraron más de tres mil millones de dosis en todo el mundo, impactando positivamente en el control y manejo de la pandemia.

 

Publicidad