A sólo 44 días de haber asumido como primera ministra, la conservadora Liz Truss dimitió como primera ministra del Reino Unido.

La jefa de gobierno, de 47 años, había enfrentado críticas por el escenario inflacionario que enfrenta el país y su cuestionado paquete de medidas económicas para enfrentar la crisis. En plan se incluían recortes masivos de impuestos y un apoyo histórico para el pago de las facturas.

En los últimos días se había enfrentado a renuncias al interior del gobierno y una rebelión interna en su sector. Más de una decena de diputados conservadores habían pedido su renuncia.

La dimisión se concretó con una breve declaración frente a 10 Downing Street, lugar desde donde opera el gobierno británico. Allí señaló que continuará en el cargo hasta una nueva elección para la jefatura de su partido.

Desde la oposición han solicitado que el proceso se acelere.

Había asumido en septiembre y será recordada por haber aparecido en las últimas fotografías públicas de la Reina Isabel II. Su sucesor tendrá que jurar ante el Rey Carlos III.

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