A los 22 años Frank Fazekas, un militar estadounidense, piloteaba un caza A P-47 Thunderbolt en la Segunda Guerra Mundial. La nave fue derribada en la comuna francesa Buysscheure, y a pesar de que los habitantes del lugar intentaron salvarle la vida al piloto, que había aterrizado en un cableado logrando sobrevivir, los nazis impidieron que se pudiera llevar a cabo el rescate. 

La esposa de Fazeka nunca tuvo información sobre la muerte de su pareja, ni mucho menos pudo recuperar el cuerpo para darle una sepultura digna. Sin embargo, ella se encargó que su hijo, que para ese entonces tenía seis meses de vida, conservara en su memoria quién había sido su padre

En el 2014 Frank Fazekas Junior, con casi 70 años, se enteró de que el programa MIA (Missing in Action) de la Universidad de Winsconsin había recuperado el cadáver de un soldado estadounidense muerto en combate en 1944. Fue ahí donde comenzó el desafío de encontrar los restos de sus padre. 

El programa de la universidad logró dar con un testigo de los hechos ocurridos que dijo ser capaz de indicar el punto donde había aterrizado el avión. Tras realizas unas excavaciones en el 2017, se logró encontrar seis ametralladoras, los restos del motor de aquel avión de guerra y huesos del piloto con sus placas de identificación.

Gracias a este descubrimiento los restos de Frank Fazekas pudieron regresar a Estados Unidos luego de 74 años, y serán enterrados en el Cementerio Nacional de Arlington el próximo miércoles 28 de marzo.

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