Lufthansa, la principal línea aérea de Alemania, anuló el martes casi la mitad de sus vuelos de larga distancia por una huelga de pilotos de dos días que la compañía intentó, sin resultado, interrumpir por vía judicial.

El procedimiento sumario interpuesto por la compañía no prosperó, al estimar un tribunal de la ciudad de Fráncfort que la convocatoria a la huelga era conforme a derecho, por lo que el movimiento se extenderá el miércoles a los vuelos de corta y media distancia y forzará a cancelar hasta 1.000 vuelos, indicó la compañía.

Las otras aerolíneas del grupo -Germanwings, Swiss y Austrian Airlines- no están concernidas por esta huelga, convocada por el sindicato de pilotos Cockpit. Se trata del décimo tercer paro que los pilotos de Lufthansa realizan desde abril de 2014, por reivindicaciones principalmente relacionadas con las condiciones de jubilación.

De los 170 vuelos intercontinentales previstos el martes, 84 fueron anulados, indicó la aerolínea, que durante el día tiene programado un total de 1.500 vuelos.

La empresa, que se muestra cada vez más decidida a endurecer su posición, anunció por otro lado que reclamaba a Cockpit 60 millones de euros por daños y perjuicios durante la primera huelga de pilotos, en abril de 2014, convocada pese a que el anterior acuerdo salarial estaba aún vigente.

En un comunicado, Lufthansa afirma que "actualmente no es posible llevar a cabo negociaciones constructivas" con Cockpit.

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