AFP

"Cerca de 1.300 prisioneros palestinos han iniciado una huelga de hambre y esta cifra podría aumentar en las próximas horas", declaró a la AFP Issa Qaraqee, encargado de la cuestión de los prisioneros dentro de la Autoridad Palestina. 

"Según las informaciones de las que disponemos por ahora, 1.500 prisioneros se niegan a alimentarse" para denunciar sus condiciones de detención, declaró, por su parte, a la AFP Amani Sarahneh, portavoz del Club de Prisioneros Palestinos, la ONG de referencia en los territorios ocupados sobre la cuestión de los detenidos.

El portavoz de la administración penitenciaria israelí, Assaf Librati, afirmó a la AFP que "700 prisioneros anunciaron ayer (por el domingo) su intención de iniciar una huelga de hambre".

El lunes por la mañana, añadió, la administración realizaba "verificaciones para ver cuántos prisioneros se negaban efectivamente a alimentarse porque algunos podrían limitarse a una huelga simbólica y empezar de nuevo a comer después".

Librati no dio más detalles, pero según el Club de Prisioneros, "la administración penitenciaria confiscó todos los bienes que se encontraban en las células de los huelguistas y comenzó a trasferir a los detenidos en huelga hacia otras prisiones".

Esta huelga de hambre ilimitada se lanzó con ocasión de las celebraciones "del día de los prisioneros", festejada cada año por los palestinos desde hace más de 40 años.

Este lunes por la mañana, la huelga copaba las portadas de los medios palestinos, en un momento en el que más de 6.500 palestinos, entre ellos 62 mujeres y 300 menores (niños y niñas), están actualmente encarcelados por Israel.

Cerca de 500 de ellos se encuentran bajo régimen extrajudicial de la detención administrativa que permite una encarcelación sin proceso ni acusación. Además, 13 diputados palestinos, de diferentes partidos políticos, están detenidos.

Marwan Barghouthi, gran rival del presidente palestino Mahmoud Abbas dentro de Al Fatah, explicó en una tribuna enviada al diario The New York Times desde su prisión de Hadarim, en el norte de Israel, que esta huelga pretendía "acabar con los abusos" de la administración penitenciaria.

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