Por AFP

Theresa May ordenó una investigación pública sobre el incendio de un edificio de viviendas sociales de Londres que dejó al menos 17 muertos, entre una indignación creciente de los vecinos.

"Se lo debemos a las familias, a la gente que ha perdido a sus seres queridos", estimó la primera ministra, que este jueves visitó el edificio calcinado en el que los bomberos buscaban a numerosos desaparecidos sin esperanzas de que estén vivos.

El comandante de la policía Stuart Cundy reconoció que los cadáveres de los seis fallecidos encontrados al exterior de la torre fueron identificados, mientras que los cuerpos de las otras 11 víctimas mortales siguen en el interior del edificio. 

"Hay un riesgo de que no logremos identificar a todas las víctimas. El proceso va a ser muy largo" y podría durar semanas o incluso meses, añadió Cundy.

Khan siente la indignación de los vecinos

May visitó el lugar, pero evitó a la gente. No en cambio el alcalde la ciudad, Sadiq Khan, que fue abucheado por los vecinos en varios momentos y constantemente interrumpido cuando trataba de hablar a la prensa.

Khan dijo que, al margen de la investigación, "hacen falta ahora mismo" medidas para asegurarse de que los otros bloques de viviendas sociales de Londres cumplen con los requisitos anti-incendios. "Entiendo perfectamente el enfado" de los vecinos, agregó.

Treinta y siete personas seguían hospitalizadas, 17 de ellas graves, y no se espera ya encontrar supervivientes.

La comandante de los bomberos de Londres, Dany Cotton, dijo que hay partes del edificio que no son seguras y que llevará tiempo inspeccionar todos los rincones. Hay "un número desconocido" de gente dentro, pero "sería un milagro que quedara alguien vivo", explicó a Sky News. "Llevará semanas despejar el edificio e inspeccionarlo apropiadamente", añadió.

El incendio en la Torre Grenfell ocurrió en la madrugada del miércoles y se propagó rápidamente por las 24 plantas y sus 120 apartamentos.

El fuego obligó a los vecinos a huir en medio de un humo espeso por la única escalera, saltar por las ventanas o incluso lanzar a sus hijos por ellas para alejarlos de las llamas.

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