Dos médicos y una asistente de parto resultaron encarcelados luego de haber colocado a un bebé recién nacido en la morgue.  Pese a que había sido declarado muerto por los profesionales de salud, el bebé aún estaba vivo.

El hecho se registró en Kazajistán e información de The Sun indicó que el bebé había nacido prematuro y fue registrado como mortinato, sin embargo, el bebé registró movimientos en una de sus piernas, pero los médicos se negaron a actuar para salvar al recién nacido.

¿La razón? Según ellos la base de datos médica ya indicaba que el bebé estaba muerto, por lo que no prestaron ayuda.

Tras realizarse una investigación, un tribunal kazajo declaró culpables de matar deliberadamente al bebé para ocultar su negligente actuar médico.

Si bien se desconocen detalles sobre la víctima, se habla de que era una niña, la cual terminó falleciendo ya en la morgue.

Se dictaron 18 años de cárcel para el médico Kuanysh Nysanbaev, quien ordenó que el infante fuera colocado en la morgue; mientras que Askar Kairzhan recibió una pena de 16 años y Jamilya Kulbotyrova deberá pasar 15 años tras las rejas.

Otros dos médicos también fueron sancionados por no denunciar el hecho.

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