Sin Carlos Menem arrancó a las 10 de la mañana de este jueves el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, que tiene en la mira como principal sospechoso al ex presidente argentino por supuestamente haber desviado la investigación del atentado contra la mutual judía en 1994 para proteger a Siria.

La sala se llenó de chiflidos y expresiones de molestia cuando el secretario del tribunal anunció la ausencia del ex presidente. 

La defensa de Menem justificó la ausencia del actual senador nacional por "problemas de hipertensión arterial, diabetes esclerosis" y señaló que por su avanzada edad seguirá el juicio por videoconferencia. 

Desde el 18 de julio de 1994, cuando se perpetró el peor atentado de la historia argentina en el seno de un tradicional barrio comercial de Buenos Aires, los familiares de las víctimas reclaman justicia.

La justicia argentina acusa a ex altos funcionarios de Irán de haber organizado el ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), y de haber encargado al grupo armado libanés Hezbolá perpetrar el ataque, algo que Teherán siempre negó.

Pero el juicio que empieza este jueves no es contra acusados del atentado en sí, sino los inculpados de haber ocultado pruebas y desviado la investigación.

 

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