AFP

Un puñado de activistas del grupo supremacista blanco "Ku Klux Klan" (KKK) se manifestó bajo abucheos el sábado contra la planeada remoción de una estatua del general Robert E. Lee, quien comandó los ejércitos confederados en la Guerra de Secesión de Estados Unidos.

Unos 50 miembros del KKK convergieron en Charlottesville y cientos personas los recibieron con insultos y consignas contra el racismo, según estimaciones de funcionarios de la ciudad.

La policía hizo una veintena de arrestos; en su mayoría personas que no se dispersaron cuando terminó la manifestación, dijeron las autoridades.

Algunos de los manifestantes, que defienden la estatua ecuestre de Lee, marcharon con banderas de la Confederación. Unos pocos vestían la capucha blanca distintiva de los miembros del Klan. "¡Racistas váyanse a casa!" gritaban contramanifestantes. 

Los dos grupos estaban separados por una barricada de metal y una formación de policías armados.

La movilización generó un acalorado debate en Estados Unidos. Los detractores del supremacismo alegan que la extrema derecha ha sido vigorizada por la elección de Donald Trump a la presidencia.

Ya sea en el Ku Klux Klan, la Derecha Alternativa (Alt Right) o en grupos supremacistas blancos en general, esos conservadores encontraron una nueva causa para defender la bandera confederada y los monumentos del sur de Estados Unidos que recuerdan la era de la esclavitud.

Para muchos estadounidenses son símbolos anacrónicos y atroces del racismo y han presionado para que sean quitados de los espacios públicos.

El debate se está dando en varios estados de la antigua Confederación e incluso en Washington en cuya Catedral Nacional se ve un soldado confederado en uno de los vitrales.

En Charlottesville, de 50.000 habitantes, no se libró ninguna gran batalla de la guerra civil (1861/65). No obstante las pasiones están desatadas.

Gente de esta ciudad, que votó abrumadoramente por Hillary Clinton y que está estrechamente vinculada a la Universidad fundada por en 1819 por Thomas Jefferson, aborreció la llegada del Ku Klux Klan, un pequeño grupo supremacista que tiene su base en Carolina del Norte.

Profundas heridas 

La policía local, cuyo jefe es negro, organizó un sistema de seguridad para evitar incidentes.

Más temprano se advirtió que los miembros del KKK no podrían usar las puntiagudas capuchas blancas que son características del grupo. Las batas blancas, que forman parte de la vestimenta del KKK, están asociadas a linchamientos y la quema de cruces en la noche. 

La decisión de quitar la estatua del Lee fue adoptada en febrero tras años de debates que reflejaron profundas heridas.Y actualmente la remoción está suspendida: un juez impidió quitarla hasta que una corte revise el caso. 

La base de la controversial estatua fue pintada de rojo en la noche del viernes y limpiada el sábado por trabajadores del municipio.

Viendo la escena, Mason Pickett, un jubilado sexagenario, lamenta la decisión de remover la estatua tomada por Charlottesville, una ciudad que él cree "ultraprogresista e incluso socialista".

"Las estatuas representan la historia, con su lado hermoso y su lado oscuro, uno puede deplorarlo o apoyarlo, pero es historia", dijo.

Tina Young, abogada de 49 años, no está de acuerdo. En un siglo, Virginia y otros estados del sur han tenido la oportunidad de rectificar sus celebraciones de héroes confederados pero no lo han hecho, recalca.

En 1925, época de su apogeo, el KKK tenía unos cuatro millones de miembros. Actualmente tiene entre 5.000 y 8.000, según un centro dedicado a estudiar a los grupos extremistas de Estados Unidos.

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