Las muestras tomadas tras el vertido de aguas residuales del reactor nuclear japonés de Fukushima al mar presentaron niveles de radiactividad muy por debajo de los límites de seguridad, anunció el operador de la planta este viernes.

"Hemos confirmado que el valor analizado es igual a la concentración calculada y que el valor analizado está por debajo de 1.500 Bq/L" (bequerelios por litro, una medida de radioactividad), declaró el portavoz de TEPCO, Keisuke Matsuo, un día después del inicio del vertido. La norma nacional de seguridad es de 60.000 bq/l.

Las autoridades de Japón iniciaron el jueves el vertido al océano Pacífico de alrededor de más de un millón de toneladas de agua depurada procedente de la planta de Fukushima, que quedó devastada por el terremoto y posterior tsunami de 2011.

La descarga del agua, que equivale a cerca de 540 piscinas olímpicas, es un paso importante para desmantelar la central, aún muy peligrosa doce años después de uno de los peores accidentes nucleares de la historia.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU (OIEA) dio el visto bueno al plan y supervisa el proceso de vertido, que a su entender se adecua a "las normas internacionales de seguridad".

Pero el proyecto generó una oleada de preocupación y advertencias en los países vecinos -- China a la cabeza -- y en el sector pesquero.

- "Seguiremos realizando análisis" -

Los resultados fueron "similares a nuestra simulación anterior y [estuvieron] suficientemente por debajo" del límite de seguridad, detalló Matsuo.

"Seguiremos realizando análisis todos los días durante el próximo mes e incluso después", señaló. El vertido de las aguas residuales al mar se extenderá durante décadas, habían informado las autoridades de Japón.

El ministro japonés de Medio Ambiente, Akihiro Nishimura, señaló que se habían tomado nuevas muestras en 11 lugares distintos el viernes y que los resultados saldrían el domingo.

El portavoz del operador TEPCO confía en que ofreciendo "explicaciones rápidas y fáciles de entender" se ayuden a disipar "diversas inquietudes".

La Agencia de Pesca de Japón también extrajo a primera hora del viernes dos peces de los puntos de muestreo designados cerca de la tubería que liberó el agua de Fukushima.

"Al publicar estos datos diariamente de forma muy transparente, demostraremos que nuestras acciones se basan en pruebas científicas", añadió por su parte el ministro de Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, responsable de las políticas nucleares.

El operador TEPCO asegura que el agua, que sirvió para refrigerar los restos de tres reactores, no presenta ningún peligro, ya que ha sido filtrada y liberada de todos los elementos radiactivos, con excepción del tritio.

"Los expertos del OIEA están en el terreno para (...) garantizar que el vertido se lleva a cabo según lo previsto y de forma coherente con las normas de seguridad" de la agencia nuclear, declaró el jefe del organismo de la ONU, Rafael Grossi, en un comunicado.

La mayoría de los analistas están de acuerdo, aunque la oenegé ecologista Greenpeace ha afirmado que el proceso de filtración, conocido como ALPS, no funciona y que se liberará una enorme cantidad de radiactividad al océano.

El anuncio del Ejecutivo nipón desató la ira de China, que cree que el proyecto contaminará el océano.

Pekín decidió suspender todas sus importaciones de productos del mar procedentes de 10 prefecturas de Japón y calificó el plan de Tokio de "extremadamente egoísta e irresponsable".

Islas Salomón, aliado de China en el Pacífico, también se pronunció el viernes en contra del vertido.

Y en Corea del Sur, la iniciativa provocó protestas y preocupación entre la ciudadanía, aunque el gobierno respaldó el plan de Tokio.

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