Sarah Sands, una mujer de 38 años, fue condenada a cárcel en 2015 tras asesinar de ocho puñaladas a su vecino, Michael Pleasted, en Londres, Reino Unido.

Por aquel entonces, un jurado declaró a Sands como culpable de la muerte del hombre de 77 años, pues todo fue calificado como homicidio involuntario por pérdida de control, lo que motivó una condena de tres años y medio de prisión. Sin embargo, un año más tarde se amplió la condena a siete años y medio.

En medio del juicio, se comprobó que Michael Pleasted acumulaba 24 condenas por delitos sexuales contra menores de edad, crímenes realizados en las décadas de los ’70 y ’90 y que, además, había cambiado su nombre original, pues era Robin Moult.

Sands, tras ser liberada, reveló los motivos de su ataque.

En diálogo con The Sun, la madre de cinco hijos había descubierto que el hombre era un pedófilo y que había atacado a uno de sus hijos.

Hice lo que haría cualquier madre, porque le hizo esto a mi hijo Bradley, mi pequeño. Nunca pensé que sería capaz. No me enorgullezco de eso, pero al menos sé que no puede lastimar a nadie más. No soy una mala persona, pero sé que hice algo malo. Nunca lo he negado y me han castigado”, señaló.

“Nunca volvería a matar. No me veo a mí misma como una asesina. Pero no me arrepiento de lo que hice. Era una madre desesperada por proteger a mis hijos”, agregó la mujer.

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