Siete personas perdieron la vida este jueves tras seis explosiones causadas por bombas puestas en el centro de la capital de Indonesia. La identidad de los atacantes sigue siendo desconocida, pero el presidente Joko Widodo calificó en seguida de "actos terroristas" los ataques.

Uno de los ataques se produjo al mediodía contra un puesto policial. Otro en las inmediaciones del centro comercial Sarinah, en el barrio de Jalan Thamrin, cerca del palacio presidencial y del edificio de las Naciones Unidas. Finalmente se registraron explosiones en un local de la cadena estadounidense de cafeterías Starbucks. Tras las explosiones se escuchó también un intercambio de disparos.

El ministro de seguridad de Indonesia, confirmó a la prensa que durante el ataque murieron dos terroristas y dos civiles, uno de ellos holandés.

La policía confirmó que la causa de las explosiones fue una bomba, aunque los últimos datos indican que las explosiones fueron provocadas al menos por un terrorista suicida, que formaba parte de un grupo de ente 10 y 14 hombres armados. Además, se presume que el Estado Islámico tendría la responsabilidad de estos ataques, puesto que habían avisado con anterioridad la posibilidad de cometerlos.

Jeremy Douglas, un funcionario de Naciones Unidas, le dijo a la BBC desde Yakarta que se encontraba a 150 metros de una de las explosiones. "Corrimos hacia el edificio. Escuchamos una tercera explosión, subimos a nuestra oficina en el décimo piso y oímos una cuarta, quinta y sexta", afirmó.

La policía acordonó la zona, pidiendo a los vecinos que se queden en sus casas alejados de las ventanas e impidiendo que la prensa pudiera acudir al lugar de los hechos. El país ha estado en alerta después de que las autoridades anunciaran haber frustrado un intento de atentar contra funcionarios del gobierno y diplomáticos de otros países por parte de militantes yihadistas.

Tras una serie de ataques contra extranjeros en la pasada década, los extremistas indonesios han centrado sus ataques en los últimos años contra los "enemigos del islam" en el país, especialmente contra la policía. Los últimos ataques contra extranjeros tuvieron lugar en 2009 en Yakarta, que le costaron la vida a siete personas.

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