El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el miércoles que está abierto a un "alto el fuego temporal" en Gaza, al tiempo que se intensifica la presión internacional por la ofensiva israelí y el bloqueo de la ayuda en el territorio palestino.
"Si hay una opción para un alto el fuego temporal, para liberar a los rehenes, estaremos listos", declaró Netanyahu en una rueda de prensa en Jerusalén.
Asimismo, reiteró que "toda la Franja de Gaza" estará bajo el control del ejército israelí al término de la ofensiva a gran escala en curso. No obstante, "debemos evitar una crisis humanitaria para mantener nuestra libertad de acción operativa", añadió.
El primer ministro evitó pronunciarse sobre los disparos de soldados isarelíes en Cisjordania ocupada durante una visita de diplomáticos extranjeros que había organizado la Autoridad Palestina.
La delegación "entró en una zona donde no estaba autorizada a estar" y los soldados "que operan en la zona realizaron disparos de advertencia para alejarlos", explicó el ejército israelí, antes de lamentar las "molestias causadas".
La Autoridad Palestina denunció "el atroz crimen cometido por las fuerzas de ocupación israelíes". La Unión Europea, la ONU y varios países europeos también denunciaron el incidente. México pidió "aclaraciones" a la embajada de Israel y Uruguay convocó a la embajadora israelí en Montevideo.
Críticas por gestión de entrada de ayuda humanitaria:
Israel ya es objeto de críticas internacionales por la gestión de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, que mantuvo completamente bloqueada desde el 2 de marzo hasta esta semana.
Desde el lunes, Israel permitió el acceso de algunos convoyes de asistencia que, según la ONU, son solo "una gota en el océano" de necesidades del enclave, donde muchos habitantes todavía no notaron ningún cambio.
"Nadie nos está repartiendo nada. Todo el mundo está esperando la ayuda pero no hemos recibido nada", señaló a la agencia AFP Umm Talal Al Masri, una desplazada de 53 años residente en Ciudad de Gaza, que describió una situación "insoportable".
Israel afirmó que un centenar de camiones con ayuda entraron el miércoles en el territorio, tras permitir el acceso de 93 el martes y una decena el lunes.
La ONU denunció el miércoles por la tarde que estos suministros se habían quedado parados justo después de franquear la frontera y no estaban siendo distribuidos.
No fue hasta bien entrada la noche en Gaza que el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, señaló que sus equipos recogieron "alrededor de 90 camiones cargados en el paso fronterizo de Kerem Shalom y los despacharon a Gaza".
Médicos Sin Fronteras (MSF) aseguró, no obstante, que este volumen de ayuda no es ni de lejos suficiente para una población de 2,4 millones de personas, y tachó la decisión de "cortina de humo" mientras el asedio "continúa".