El chileno Nicolás Zepeda regresa este lunes ante los tribunales en Francia por el asesinato en 2016 de su exnovia japonesa Narumi Kurosaki, un mediático caso de Chile a Japón en el que no hay ni confesión ni cadáver.

Zepeda, de 32 años, fue condenado a 28 años de prisión en abril de 2022 por el asesinato con premeditación de Kurosaki, pero recurrió esta sentencia de primera instancia. Ahora se expone de nuevo a cadena perpetua.

El juicio en apelación comenzará a las 09H00 (08H00 GMT) en el Palacio de Justicia de Vesoul (este) y durará hasta el 22 de diciembre. El interrogatorio del acusado sobre los hechos se prevé el 13 de diciembre.

El nuevo proceso de este caso a caballo entre tres continentes coincide con el séptimo aniversario, el próximo martes, de la desaparición de la joven japonesa de 21 años en Besanzón (este), donde estudiaba francés.

En la noche del 4 al 5 de diciembre, los estudiantes de la residencia universitaria Rousseau de esta ciudad del macizo del Jura escucharon "gritos de terror" en la habitación 106, la que ocupaba Narumi Kurosaki.

"Parece que estén asesinando a alguien. Tengo miedo", escribió una estudiante a una amiga en un mensaje a las 03H21 de la madrugada. Nadie volvió a ver a la joven japonesa, que conoció al acusado en 2014 en Japón.

Para la fiscalía, Nicolás Zepeda, quien viajó por sorpresa a Besanzón y pasó la noche con Kurosaki, la asfixió o estranguló antes de arrojar su cuerpo al río Doubs, al no superar su ruptura con ella unos dos meses antes.

Posteriormente, habría pirateado sus cuentas en redes sociales para hacer creer que seguía viva, mientras él ganaba tiempo para regresar a Chile, de donde fue extraditado a Francia en julio de 2020.

"¡Yo no maté a Narumi!", gritó llorando durante una audiencia muy tensa en primera instancia ante un tribunal de Besanzón, en la que su entonces abogada pareció tenderle la mano para una hipotética confesión.

Pero el tribunal siguió la tesis de la acusación de que una "densidad" de pruebas corroboraban que fue un crimen premeditado: testimonios, datos de telefonía, geolocalización del vehículo que alquiló, etc.

"Otra lectura del caso" de Nicolás Zepeda

Sus abogados actuales --Renaud Portejoie y Sylvain Cormier-- buscarán dar "otra lectura del caso", con una estrategia basada en la citación de nuevos testigos y la presentación de otro informe psiquiátrico.

Las partes civiles esperan otro tipo de desenlace: una "confesión", en palabras de Randall Schwerdorffer, abogado del último novio de la joven y para quien Zepeda se mostró "muy inseguro" en el primer proceso.

Sin embargo, la inesperada renuncia a última hora en febrero de Antoine Vey a defender al chileno, lo que obligó a aplazar el juicio en apelación, representó un jarro de agua fría para la familia de Kurosaki.

Los familiares de la joven "han entendido violentamente que ya no cabía esperar nada de este proceso", dijo entonces su abogada Sylvie Galley. "No podemos esperar confesiones o revelaciones del tipo que sean", agregó.

La relación del acusado, en prisión preventiva, con sus abogados es agitada. Su letrada en primera instancia, la prestigiosa Jacqueline Laffont, confesó haber terminado el primer proceso "muy afectada".

El acusado, de familia acomodada, cambió la letrada del expresidente francés Nicolas Sarkozy por Vey. Y hace dos semanas, el letrado Julien Dreyfus, que debía defenderlo junto a Portejoie, también se desistió.

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