Durante el segundo tramo de reformas implementadas tras el atentado contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch perpetrado por el australiano Brenton Tarrant, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, anunció la enmienda de la Ley de Armas, para "evitar que las armas" caigan "en las manos equivocadas".

Tarrant, quien afronta un cargo de terrorismo, 51 de asesinato y 40 de tentativa de asesinato, logró la licencia de armas a través de los cauces legales y poseía un arsenal con el que realizó la matanza el pasado 15 de marzo.

"La tenencia de un arma es un privilegio y está acompañada de una obligación (por parte del propietario) de demostrar un alto nivel de seguridad y responsabilidad", remarcó Ardern en un discurso televisado.

Entre las nuevas medidas se prohibirá que extranjeros compren armas en Nueva Zelanda y se implementará un sistema de alerta para que la Policía pueda intervenir en caso de detectar una conducta sospechosa por parte de un propietario de un arma de fuego.

Los requisitos para obtener una licencia serán mayores y además deberán renovarse cada cinco años. Además, se creará un registro.

También se modificarán las regulaciones en la publicidad de armas, la compra de cartuchos y recambios, y se establecerá un sistema de permisos para los clubes o campos de tiro, entre otras medidas.

El anuncio tiene lugar luego de que el Parlamento endureciera en abril la tenencia de armas semiautomáticas y de rifles de asalto, que se tradujo hasta el momento en la entrega de cerca de 2.500 armas prohibidas tras la entrada en vigor del plan de recompra.

El australiano Brenton Tarrant retransmitió en las redes sociales el asalto mientras disparaba a quemarropa contra los feligreses que se encontraban en las mezquitas para su oración de los viernes.

El acusado, que también publicó en las redes sociales su ideario supremacista, tomó por sorpresa a las autoridades, dado que no tenía antecedentes y obtuvo la licencia de armas en noviembre de 2017 tras cumplir con los requisitos legales.

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