Conmoción se ha generado en Garbada, en el estado de Gujarat, India, al conocerse el caso de una bebé recién nacida que fue enterrada por sus padres durante la semana pasada.

La bebé había nacido a los seis meses y medio de gestación y solo pesaba 850 gramos, lo que motivó a doctores a indicarle a los padres que se la llevaran a un hospital privado.

Todo esto con la intención de que la bebé recibiera cuidados neonatales de manera urgente.

Sin embargo, en medio del traslado, los padres de 20 y 22 años notaron que la bebé ya no se movía.

Según consgina The Indian Express, el padre declaró que "estábamos asustados. Parecía sin vida en nuestras manos (...) pensábamos que la habíamos perdido".

Por lo mismo, decidieron darle un entierro, pero la bebé no estaba muerta.

Al día siguiente, lugareños dieron con el paradero de la bebé y la trasladaron rápidamente a un centro asistencial, donde se comprobó que ya había sido atendida con anterioridad, por lo que se tomó contacto con los padres.

Fue ahí cuando se enteraron que habían enterrado a su hija creyendo erróneamente que estaba muerta y, además, la trasladaron a un recinto privado para tratar de salvarla.

Sin embargo, la pequeña murió tras 30 horas en cuidados críticos, pese a que había sobrevivido por más de 12 horas tras ser enterrada.

De pronto, no se han presentado cargos en contra de la pereja ni tampoco se conocen detalles sobre si las autoridades policiales tomarán cartas en el asunto.

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