El Vaticano confirmó este miércoles el agravamiento del estado de salud del ex pontífice Benedicto XVI, de 95 años, y precisó que el teólogo alemán está bajo vigilancia médica y recibió la visita de su sucesor, el papa Francisco.

"Puedo confirmar que en el curso de las últimas horas, ha habido un agravamiento, debido a su avanzada edad. La situación está de momento bajo control, seguida en permanencia por los médicos", indicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

El papa Francisco además pidió oraciones para Benedicto XVI. "Me gustaría pedirles a todos ustedes una oración especial por el papa emérito Benedicto", porque "está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga", dijo Francisco en su audiencia general.

Benedicto XVI se convirtió en 2013 en el primer papa en renunciar en seis siglos, y desde entonces ha vivido prácticamente retirado del foco público.

A tenor de las pocas fotografías que se han publicado de él, su salud se ha ido deteriorando. En 2013 mencionó precisamente su declive físico como una de las razones por las que decidió renunciar a seguir siendo el jefe de la Iglesia católica.

En abril, el que fuera durante años su secretario, el arzobispo Georg Gaenswein, dijo a Vatican News que el papa emérito se encontraba "relativamente débil", aunque "de buen ánimo".

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