El Departamento de Policía de Phoenix, en Estados Unidos, está solicitando muestras de ADN a los empleados de sexo masculino del centro médico de Arizona donde una mujer en coma desde hace más de una década dio a luz en diciembre de 2018.

Según informó la clínica Hacienda Healthcare en un comunicado, la Policía presentó una orden para que se lleven a cabo pruebas de sangre y verificar si el agresor sexual se encuentra entre los miembros de la plantilla actual de la institución médica.

El centro médico había informado que tenía previsto tomar muestras de sangre a sus empleados, pero expertos legales les aseguraron que no podían obligarles. Los análisis de sangre podrán hacerse finalmente gracias a la orden presentada por la Policía. 

La mujer, que ha estado en un estado vegetativo por más de una década, dio a luz el pasado 29 de diciembre ante el asombro del personal médico, cuyos miembros aseguraron desconocer que se encontraba embarazada. Ahora, la clínica Hacienda Healthcare se encuentra en la mira de una investigación de agresión sexual por parte de la Policía local, lo que derivó en la renuncia del director ejecutivo de la institución, Bill Timmons.

El bebé está "bien atendido"

Gary Orman, vicepresidente ejecutivo de la Junta de Directores de Hacienda Healthcare, dijo después de la renuncia de Timmons que no aceptará "nada menos que un informe completo" de esta situación "absolutamente horrible".

La familia de la víctima, que prefiere mantenerla en el anonimato, contrató al abogado John Micheaels, quien emitió un comunicado diciendo que la familia está "indignada, traumatizada y conmocionada por el abuso y la negligencia hacia su hija".

El abogado también señaló que la familia le pidió que diera a conocer a la comunidad que el bebé que nació se encuentra con una familia amorosa y que será bien atendido. A raíz de este incidente, se ha iniciado una petición en línea para cerrar el centro de atención médica y este miércoles el pedido contaba ya con cerca de 4.000 firmas.

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