Polonia, un país de la OTAN, puso a sus fuerzas armadas en alerta luego de que su territorio fuera alcanzado por un "misil de fabricación rusa", un hecho que amenaza con desencadenar una peligrosa escalada en Europa.

El gobierno polaco indicó que "un proyectil de fabricación rusa" cayó en su territorio "matando a dos ciudadanos" polacos e informó que el embajador ruso en Varsovia fue convocado para dar "explicaciones detalladas" sobre lo ocurrido.

Sin embargo, no quedó claro de dónde salió el misil y el presidente estadounidense, Joe Biden, consideró en  Indonesia, donde se celebra la cumbre del G20, "improbable" que fuera lanzado desde Rusia.

"Es improbable que (...) el misil fuera disparado desde Rusia", declaró Biden en Bali. "Vamos a asegurarnos de averiguar exactamente qué pasó (...) y después vamos a determinar colectivamente nuestro próximo paso".

Biden, se reunió de emergencia en Nusa Dua, isla de Bali, con los dirigentes de los países aliados del G7 para discutir la situación y ofreció su solidaridad al gobierno polaco.

Al cierre de la cumbre del G20, la "mayoría de los miembros condenaron firmemente la guerra en Ucrania" y que el conflicto "afectó aún más negativamente la economía mundial".

En tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de disparar misiles contra Polonia. Rusia descalificó esa versión como una "provocación" con miras a aumentar las tensiones.

Sin embargo, el presidente polaco, Andrzej Duda, admitió que no existe una "prueba inequívoca" de quién disparó el misil, aunque dijo que era "probablemente de fabricación rusa".

Ante el hecho, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, llamó "a todos los polacos a mantener la calma ante esta tragedia".

Igualmente, Francia pidió guardar "la máxima prudencia" sobre el origen del misil.

Polonia eleva nivel de alerta militar 

Polonia decidió "elevar el nivel de alerta de algunas unidades de combate", anunció el portavoz del gobierno, Piotr Müller, tras una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional.

Según los medios polacos, la explosión tuvo lugar en la localidad de Przewodow, a escasos kilómetros de la frontera ucraniana.

La OTAN "monitorea la situación" y "es importante que se establezcan todos los hechos", tuiteó el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg.

Polonia está protegida por el artículo 5 del tratado de la OTAN, que estipula que si un Estado miembro es blanco de un ataque armado, sus socios considerarán el acto como un ataque armado dirigido contra el conjunto de los países miembros y tomarán las medidas que juzguen necesarias para ayudar al país atacado.

En medio de las tensiones, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que es "absolutamente esencial evitar la escalada de la guerra en Ucrania" tras el misil.

Polonia recibió una ola de respaldo de países de la OTAN, como Alemania y Reino Unido.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, llamó desde Bali al presidente polaco para "reafirmar la solidaridad de Reino Unido y (...) ofrecer cualquier asistencia para determinar lo ocurrido".

Igualmente, el canciller alemán, Olaf Scholz, expresó sus condolencias a Duda y le aseguró que "Alemania está al lado de nuestro socio de la OTAN Polonia".

Por su parte, el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, rechazó tajantemente que su país hubiese lanzado un misil para provocar una reacción de la OTAN.

"Rusia promueve una teoría conspirativa de que un presunto misil de la defensa aérea ucraniana cayó en territorio polaco. Esto no es verdad. Nadie debe comprar la propaganda rusa o amplificar sus mensajes", afirmó.

 Bombardeos masivos 

Los informes surgieron al cabo de una jornada de intensos bombardeos rusos contra varias ciudades de Ucrania, y en particular contra sus instalaciones energéticas, que dejaron a 10 millones de personas sin luz, según Zelenski.

Aseguró por la noche que 8 millones de usuarios ya habían sido reconectados a la red.

También en la vecina Moldavia se produjeron cortes de electricidad.

Rusia acusó por su lado a Ucrania de haber bombardeado la región fronteriza rusa de Belgorod, matando a dos personas.

Biden calificó como "bárbaros" los bombardeos rusos contra civiles ucranianos, en un encuentro con el gobernante británico Sunak en Bali.

Los ataques rusos se producen cuatro días después de la humillante retirada de las fuerzas de Moscú de la zona de Jersón, incluida la capital regional del mismo nombre, tras casi nueve meses de ocupación.  

En Kiev, "los servicios de rescate hallaron el cuerpo de una persona fallecida" en uno de los edificios impactados, indicó el alcalde Vitali Klitschko.

Un funcionario de la administración presidencial ucraniana publicó un vídeo en el que se ve un edificio de cinco plantas en llamas. 

"Estábamos en la cama [cuando el edificio fue impactado]. Corrimos hacia el pasillo, que ya estaba lleno de humo", contó a la AFP Svitlana Romanchuk, de 66 años. Con su marido Petro, de 72 años, vivía en el cuarto piso del bloque. 

Zelenski llamó al G20 a pronunciarse sobre los bombardeos rusos.

"Este acto de genocidio de los ucranianos en respuesta a mi plan de paz es una bofetada cínica en el rostro del G20 y del mundo", declaró el mandatario.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, que representó a su país en Bali, acusó a Ucrania de impedir las conversaciones de paz al exigir que las tropas rusas abandonen la totalidad del territorio.

Rusia controla de hecho desde 2014 amplias porciones del este, en gran medida rusohablante, que se anexionó formalmente después de la invasión. 

Polonia asegura que misil ruso cayó en territorio
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