En un viernes caluroso, en medio de una de las zonas más concurridas y ruidosas de Ciudad de México, unas 200 personas tomaron una "siesta masiva" en plena calle para celebrar a plenitud el Día Mundial del Sueño.

Tendidos sobre tapetes de material sintético, usando almohadas de cuello y con los ojos cubiertos con antifaces, los participantes rompieron el frenético ritmo del centro de la capital mexicana y fueron parte, según los organizadores, de "una protesta pacífica por el derecho al dormir".

"La idea es que dormir bien, o hacer este evento tan llamativo, ayude a impulsar nuevas políticas públicas" para promover el descanso, dijo a la AFP la doctora Guadalupe Terán, coordinadora del privado Centro de Sueño y Neurociencias, promotor del evento en asociación con el gobierno mexicano.

Protesta en México pide garantizar el descanso

"Tenemos jornadas prolongadas, no hay espacios en las empresas para garantizar el momento de la siesta", advierte la especialista.

Ayudados por una sesión de meditación guiada, algunos participantes cayeron en profundo sueño, delatados por sus sonoros ronquidos, y otros lograron al menos un momento de relajación.

Jubilados, una madre con su hija pequeña, o personas que simplemente estaban de paseo por la zona se sumaron a la siesta comunal.

"Dormir y descansar bien es buenísimo para la atención. Tengo que hacerlo más, pero creo que está muy padre (buenísima) esta dinámica, fomenta el descanso", dijo Alexia González, psicoterapeuta de 24 años, originaria del estado de Morelos y de visita en la capital.

"A mí me queda un poco lejos pero tuve que venir porque esto es importante para mí", dijo, por su parte, Víctor Sánchez, trabajador retirado de 64 años, que vino desde el barrio Tláhuac, en el extremo sur de Ciudad de México, interesado en la orientación profesional para lograr un buen descanso.

 

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