El Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ayudó a traficar toneladas de kilos de cocaína a Estados Unidos, aseguró el martes un fiscal estadounidense en los alegatos iniciales del juicio federal contra el presunto narcotraficante Geovanny Fuentes en Nueva York.

El fiscal Jacob Gutwillig dijo al jurado que Fuentes pagó coimas a políticos, militares y policías, y "sobornó incluso al presidente de Honduras".

Su asociación con Hernández le tornó "intocable" e hizo florecer su negocio de narcotráfico, aseguró la acusación en el segundo día de juicio.

El "narco Estado hondureño" 

"El acusado era parte del narco Estado hondureño", dijo el fiscal. "El presidente lo blindó a prueba de balas".

En 2013 y 2014, Fuentes pagó sobornos por un total de "25.000 dólares en efectivo del dinero de la droga" al actual Presidente, a cambio de protección, "y algo más valioso: acceso al laboratorio de droga del acusado" en las montañas de Honduras, añadió.

El Presidente hondureño y Fuentes "planificaron enviar tanta cocaína a Estados Unidos como pudieran", dijo el fiscal.

Según Gutwillig, un hombre presente en esas reuniones, un contador identificado como José Sánchez, que trabajaba para una empresa arrocera a través de la cual Fuentes lavaba dinero, contará al jurado "el shock, el miedo que sintió cuando vio al acusado sentarse con el Presidente".

Y relatará que el Presidente dijo a Fuentes "que transportaría tanta cocaína a Estados Unidos que 'meterían las drogas por las narices de los gringos'".

Un kilo de cocaína rinde 8.000 dosis individuales y se vende a 30.000 dólares en Nueva York, dijo el fiscal. El laboratorio del acusado producía "cientos de kilos al mes" y en colaboración con la policía y las fuerzas armadas y políticos de Honduras "la transportaban libremente" por el país hacia el norte.

"Mucho que ganar y poco que perder" 

El abogado de la defensa, Eylan Schulman, intentó desacreditar el eventual testimonio del contador en sus alegatos iniciales.

"Supuestamente 25.000 dólares es todo lo que lleva sobornar a un Presidente", afirmó. El contador "tiene mucho que ganar y poco que perder" con su testimonio porque espera recibir asilo en Estados Unidos a cambio, señaló.

La defensa también dijo al jurado que no debe creer el testimonio que prestará "uno de los peores asesinos en la faz de la Tierra", Leonel Rivera, exlíder del cartel hondureño Los Cachiros, que mató a 78 personas, intentó matar a otras 15 y está preso en Estados Unidos por tráfico de drogas.

"El gobierno (estadounidense) acordó hacer un trato con este diablo (...) Nunca se le debe creer", dijo Schulman, que defendió el papel del gobierno de Hernández en el combate del narcotráfico.

Los fiscales a cargo del caso, sin embargo, consideran a Hernández como un "co-conspirador" de Fuentes en el envío de toneladas de droga a Estados Unidos, pero no ha sido inculpado ante la justicia.

El hermano del Presidente, Tony Hernández, de 42 años, fue hallado culpable de narcotráfico "a gran escala" en Nueva York en octubre de 2019, y su sentencia, aplazada varias veces, está prevista para el 23 de marzo. Puede ser condenado a una pena máxima de cadena perpetua. Los fiscales aseguran que Tony era el intermediario entre Fuentes y el presidente de Honduras.

El primer testigo del juicio fue el agente de la agencia antidroga estadounidense (DEA) Brian Fairbanks, que confirmó al jurado que en el teléfono celular del acusado halló el email de Juan Orlando Hernández y su número de móvil.

La acusación mostró al jurado fotos del hermano y del hijo de Fuentes con el Presidente Hernández encontradas en el teléfono del acusado, así como fotos de varias armas halladas en el icloud de uno de los hijos de Fuentes. Una de ellas, un rifle automático ofrecido al mandatario como regalo que arriba del gatillo tiene inscrita la leyenda "JOH, presidente de la República".

Fuentes fue arrestado en Miami, Florida el 1 de marzo de 2020 y está acusado de tres delitos de narcotráfico y posesión de armas de fuego.

El Presidente de Honduras, un abogado que asumió el cargo en 2014 y está en su segundo mandato, niega todas las acusaciones y se presenta como un adalid del combate contra el narcotráfico y las pandillas que aterrorizan la empobrecida Honduras.

El Mandatario aseguró el lunes en Twitter que los testigos cooperantes que le acusan prestarán "falsos testimonios" para vengarse por su lucha contra el narcotráfico y reducir sus penas de cárcel en Estados Unidos.

Advirtió que "si narcos con la llave mágica de mentiras ganan beneficios de USA por falsos testimonios, la alianza internacional colapsaría con Honduras".

Durante el juicio de Tony Hernández en Nueva York testigos también dijeron que el ex presidente hondureño Porfirio Lobo (2010-2014) había recibido sobornos de narcotraficantes a cambio de protección.

El hijo de Lobo, Fabio, fue condenado en 2017 en Nueva York a 24 años de cárcel por narcotráfico.

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