Este martes se dio a conocer que un problema de fabricación provocó problemas en la misión del cohete europeo Vega, el que transportaba un satélite español y otro francés de observación de la Tierra. 

Se produjo un problema de "inversión de cables" durante la "producción" del cohete fabricado por Avio en Italia, declaró el presidente de Arianespace, Stéphane Israël. Vega sufrió una anomalía que desvió su trayectoria ocho minutos después de su despegue de la base de Kurú, en la Guayana francesa.

"Inmediatamente después del primer encendido del motor en el cuarto piso, se constató un desvío de la trayectoria provocando la pérdida de la misión", precisó posteriormente Arianespace.

"Se están analizando los datos de la telemedición para precisar las causas del fracaso", añadió.

Como se observó una trayectoria especialmente baja, podría ser que el cohete hubiera caído al mar tras haberse fragmentado parcialmente en la atmósfera. Esto no habría supuesto ningún peligro, puesto que el recorrido que siguió se halla a miles de kilómetros de toda zona habitada. 

Se trata del segundo incidente importante para Vega en menos de dos años: a mediados de 2019, registró un fallo que llevó a su destrucción como medida de precaución.

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