Siete personas murieron y cientos más quedaron heridas de bala mientras decenas de puestos policiales fueron destrozados entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves en Bogotá durante protestas contra la violencia policial, según el balance oficial.

Las manifestaciones y los disturbios estallaron tras la agresión policial a Javier Ordóñez, un hombre de 46 años que falleció tras recibir en el suelo repetidas descargas con un arma eléctrica, en circunstancias que las autoridades están investigando. El ataque fue filmado por uno de sus amigos.

Este jueves la alcaldesa de Bogotá, opositora del gobierno, denunció que la policía que era blanco de los reclamos por esta acción usó luego indiscriminadamente la fuerza y las armas de fuego. "Hay evidencia sólida del uso indiscriminado de armas de fuego por parte de miembros de la policía (...) ¿Qué clase de entrenamiento reciben para tener esa respuesta absolutamente desproporcionada ante una protesta?, dijo López.

En la capital se desataron fuertes choques que quedaron registrados en celulares, al igual que una cadena de ataques a puestos de mando conocidos como Centros de Atención Inmediata (CAI). Uno de los heridos es Frankpierre Charry, de 23 años, quien según su familia quedó atrapado en uno de los enfrentamientos en el sur de Bogotá.

Hoy está al borde de la muerte en un hospital. "La policía empezó a disparar como loca, él salió corriendo, iba por una cuadra, se encontró con dos policías que estaban escondidos y le dispararon", declaró a la AFP su madre Blanca Clavijo.

"Los médicos dicen que le dieron un tiro por la espalda, desde muy cerca, que impactó su estómago y le dañó los intestinos, el colon", agregó desconsolada la mujer.

En las grabaciones compartidas por testigos en redes sociales se ve a gente despavorida huyendo entre estruendos y disparos. "¡Le dieron!, ¡le dieron!" se escucha decir a un hombre mientras otro ensangrentado, tendido en el suelo, es arrastrado por manifestantes.

El gobierno nacional reportó temprano siete muertos, 56 sedes de policía "vandalizadas" y 70 detenidos. De su lado, López habló de 362 heridos: 248 civiles y 114 uniformados. Y aseguró que seis de los muertos tenían impactos de bala y tenían entre 17 y 27 años.

"Ya no más, por favor"

La agresión que destapó la ira y la represión ocurrió en la madrugada del miércoles en el noroeste de Bogotá. La secuencia de unos dos minutos muestra a dos efectivos cuando reducen a Ordóñez, a quien, ya en el suelo, le propinan al menos cinco descargas de varios segundos con un arma eléctrica.

"Ya, por favor, no más", se escucha suplicar a Ordóñez en repetidas ocasiones.

El hombre fue conducido luego a un puesto policial y de ahí a una clínica donde falleció. Las investigaciones y necropsia en curso deberán determinar si Ordóñez recibió más castigo en el CAI al que fue conducido, como sugiere su familia.

Los efectivos que detuvieron a Ordóñez ya fueron suspendidos, dijo el ministro de Defensa.

El caso evocó al del afroestadounidense George Floyd, quien en mayo murió asfixiado en Minneapolis a manos de un policía blanco que desoyó sus suplicas mientras lo inmovilizaba en una detención.

Tras su fallecimiento se desataron fuertes protestas en Estados Unidos que todavía se mantienen. En el presunto homicidio que envuelve a uniformados colombianos todavía faltan varias preguntas por responder. En una primera versión la policía dijo que los uniformados atendieron un llamado por desórdenes causados por consumo de alcohol. Ordóñez supuestamente agredió a los uniformados que respondieron empleando su arma Taser.

Este jueves el presidente Iván Duque volvió a prometer una investigación "con total rigor para tener absoluta certeza sobre los hechos". Sin embargo, rechazó que se "estigmatice y se les llame asesinos" a los uniformados por "responsabilidades" puntuales de algunos de ellos.

Pero la alcaldesa de Bogotá insistió en una "reestructuración profunda" de la policía. Según López, en lo que va del año se han presentado 137 denuncias por uso excesivo de la fuerza de la policía en Bogotá. "Hay un problema estructural de casos de abuso policial y, además, impunidad", se quejó la alcaldesa. En medio de nuevos llamados a manifestaciones, el gobierno anunció igualmente que reforzará el pie de fuerza en Bogotá con 1.600 policías y 300 militares.

Dos de los escándalos por abusos policiales ocurrieron anteriormente también en Bogotá. En noviembre de 2019, Dilan Cruz, un joven de 18 años que participaba de una protesta antigubernamental, fue herido fatalmente en la cabeza con una munición de perdigones disparada por un miembro del escuadrón antidisturbios de Bogotá. Y en agosto de 2011, un artista urbano identificado como Diego Becerra murió luego de que un policía le disparara mientras pintaba un grafiti en Bogotá.

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