Un registro que se divulgó recientemente muestra el último instante que vivieron las personas que iban a bordo del submarino Titán, de la empresa OceanGate.
En la grabación, se aprecia cómo Wendy Rush- esposa del director ejecutivo de la compañía, Stockton Rush, quien iba a bordo del sumergible- reacciona inquieta al oír un ruido mientras monitoreaba la inmersión desde un buque de apoyo.
El episodio ocurrió el 22 de junio de 2023, cuando la misión submarina terminó en una tragedia. Las cinco personas a bordo del Titán fallecieron luego de que la nave implosionara a más de 3.000 metros de profundidad, mientras descendían hacia el fondo del océano Atlántico para ver los restos del Titanic.
Wendy Rush se encontraba en la superficie siguiendo la expedición junto a un científico cuando escuchó el ruido. Según las imágenes obtenidas por New York Post y divulgadas por la Junta de Investigación Marina de la Guardia Costera de Estados Unidos, ambos escucharon un fuerte sonido durante el descenso del submarino.
“¿Qué fue ese golpe?”, se le escucha decir a Rush.
De acuerdo con el citado medio, el sonido que se registró era "un ruido similar a un portazo", lo que inicialmente no generó mayor alarma entre los presentes.
Minutos después, Wendy Rush recibió un mensaje en el que se indicaba que el Titán había soltado dos lastres, parte del procedimiento habitual de la expedición. Esta información le dio tranquilidad, interpretando que la misión seguía en curso sin novedades.
Sin embargo, más tarde, la Guardia Costera de Estados Unidos confirmó que el ruido que la mujer había escuchado era el momento exacto en que la nave implosionó, provocando la muerte inmediata de toda la tripulación.
La tragedia del submarino Titan del Oceangate
OceanGate ofrecía a un reducido grupo de personas la posibilidad de realizar inmersiones profundas para observar de cerca el histórico naufragio del Titanic. La expedición, altamente exclusiva, implicaba riesgos considerables advertidos previamente por especialistas.
El Titán perdió comunicación con la superficie el 18 de junio de 2023, lo que desató una intensa operación de búsqueda y rescate internacional. Cuatro días más tarde, el 22 de junio, las autoridades confirmaron que la nave se había desintegrado por la presión marina.
Los restos del sumergible fueron localizados a unos 500 metros de la proa del Titanic. En el lugar, además de piezas del Titán, se encontraron lo que las autoridades describieron como “presuntos restos humanos”.