La conservación y vigilancia en la ciudadela inca Machu Picchu, joya del turismo en Perú, se reforzó por temor a robos arqueológicos aprovechando la ausencia de turistas por el cierre de fronteras y la cuarentena nacional impuesta como parte de la emergencia ante el nuevo coronavirus.

"A la fecha no se han reportado afectaciones al patrimonio ni casos de invasiones o huaqueos (saqueos de piezas incas enterradas), por el trabajo de los jefes de parques", dijo Freddy Escobar, director de cultura en Cusco, la antigua capital del imperio incaico.

La ciudadela de piedra construida en el siglo XV por el emperador inca Pachacútec se halla a poco más de un centenar de kilómetros de Cusco, sobre la cima de una montaña, y oculta por una espesa vegetación. Macchu Picchu es una voz quechua -la lengua de los incas- que en español significa Montaña Vieja.

La cuarentena permite, además de realizar tareas de vigilancia, efectuar trabajos de mantenimiento en sus instalaciones, indicó el funcionario cultural citado por la agencia estatal Andina.

Las labores diarias, iniciadas esta semana, consisten también en cortar y podar los pastos sobre los que se levantan las enormes piedras que conforman la ciudadela.

Los muros y suelos son también sometidos a limpieza por pequeños grupos de trabajadores, que aseguran así la conservación de Machu Picchu.

Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco desde 1983, la joya turística peruana está cerrada desde hace casi dos meses, cuando se inició la emergencia sanitaria y el confinamiento nacional.

Unos cuatro millones de turistas visitan cada año Cusco y Machu Picchu, según las autoridades peruanas.

La cuarentena afectó notablemente los ingresos de la población y de la ciudad de Cusco, cuyos ingresos dependen en un 25% del turismo, uno de los sectores más afectados en Perú por la emergencia.  

Centenares de guías turísticos en esta ciudad quedaron desempleados, a la espera de que se reanuden las visitas.

Por la emergencia Perú cerró sus fronteras hasta nuevo aviso, los aeropuertos están igualmente cerrados y suspendidos los vuelos nacionales.

En el país rige desde el 16 de marzo y hasta el 10 de mayo una cuarentena nacional con toque de queda nocturno, que se estima será prorrogada esta semana por el gobierno.

Perú es el segundo país latinoamericano -detrás de Brasil-, con mayor número de contagios de coronavirus, con 58.526 personas, y más de 1.600 personas han fallecido por esta enfermedad respiratoria, desde el primer caso el seis de marzo.

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