Rusia denunció el martes una "escalada de tensiones militares" tras el anuncio de Estados Unidos sobre su primera prueba de misil de medio alcance desde la Guerra Fría, consecuencia del fin del tratado de desarme nuclear INF.

"Lamentamos todo esto. Estados Unido toma de manera flagrante el camino de una escalada de tensiones militares, pero no cederemos a la provocación", declaró el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, citado por las agencias rusas.

Según Riabkov, el "plazo sumamente ajustado" que necesitó Estados Unidos para realizar con éxito esta prueba de un nuevo misil tras el fin del INF demuestra que Washington se había preparado para el cese de este texto firmado entre ambos países.

"En un tiempo tan corto, es casi imposible realizar tales pruebas, excepto si se ha preparado con antelación. Se trata de una confirmación visible de que Washington se preparaba [...] desde hacía tiempo para retirarse del tratado", añadió.

Tras seis meses de un diálogo de sordos, Rusia y Estados Unidos sellaron a primeros de agosto el fin del tratado sobre las armas nucleares de medio alcance (INF), que abole el uso -por parte de las dos potencias- de misiles terrestres de un alcance de 500 a 5.500 kilómetros.

Firmado al término de la Guerra Fría en 1987, este texto puso fin a la crisis de los misiles europeos con el despliegue en Europa de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares. 

Donald Trump lo denunció el 1 de febrero, y Moscú al día siguiente, pues ambos países se acusan mutuamente de violar este texto.

A principios de agosto, el presidente ruso Vladimir Putin solicitó nuevamente a Washington un "diálogo serio" sobre el desarme para "evitar el caos".

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