El Senado alemán (Bundesrat) aprobó este viernes, gracias a la mayoría de gobiernos regionales de socialdemócratas, verdes y de izquierda, un proyecto de ley para reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, que ahora deberá debatir una dividida Cámara Baja.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha dejado claro en recientes intervenciones públicas que para ella el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, pero ha reconocido también que existe un debate con distintas opiniones en el seno de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU).

El Partido Socialdemócrata (SPD), socio en el gobierno de Berlín, es favorable al reconocimiento del matrimonio igualitario, aunque su legalización no es un punto incluido en el acuerdo de gran coalición firmado con Merkel al inicio de la legislatura.

El proyecto de ley, que implica reformar el Código Civil alemán, fue presentado en la Cámara Baja por los gobiernos de cuatro estados federados en los que gobiernan coaliciones del SPD, Los Verdes y La Izquierda.

Irlanda abrió un debate latente

Según argumentan los promotores de esta iniciativa, el referéndum irlandés del pasado 22 de mayo reabrió un debate que hizo patentes los cambios en las relaciones de pareja y "que no había ningún motivo" para tratar de manera diferente a heterosexuales y homosexuales.

Hace cuatro meses, la ciudadanía irlandesa votó mayoritariamente (el "sí" se impuso por el 62 % de los votos) a favor de la equiparación de derechos, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo por la vía plebiscitaria.

El largo camino hacia la igualdad

Las parejas del mismo sexo pueden registrarse en Alemania como parejas de hecho, una fórmula considerada un hito en la lucha por los derechos de los homosexuales al ser aprobada en 2001 por el entonces gobierno de coalición de socialdemócratas y verdes, que lideraba Gerhard Schröder.

Hoy, sin embargo, y a pesar de los avances dados para equiparar los derechos entre los matrimonios y las parejas de hecho, todavía hay diferencias entre ambas fórmulas, especialmente ante la adopción, subrayan los defensores de la reforma legal.

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