La polémica por las conexiones entre Rusia y el equipo de campaña del mandatario ha vuelto a copar el debate político tras conocerse que el nuevo fiscal general Jeff Sessions se vio el año pasado en dos ocasiones con el embajador de Moscú en Washington, Sergei Kislyak.

Sessions dijo que su decisión de inhibirse tiene que ver con su participación en la campaña de Trump y no a sus reuniones con el embajador de Rusia.

Lo hizo mientras era miembro del Senado y un activo promotor y consejero de la campaña presidencial de Trump.

La información sobre esos encuentros contrasta con lo dicho por Sessions durante las audiencias de confirmación ante el Senado en enero, cuando se le preguntó sobre los contactos del personal de la campaña con el gobierno de Rusia.

"Fui llamado como delegado en una o dos ocasiones en esa campaña y no tuve comunicación con los rusos", respondió entonces.

Sessions ha sido acusado de no decir la verdad bajo juramento ante el Senado.

Este jueves, en conferencia de prensa, Sessions aseguró no haber mentido en aquella ocasión y dijo que los encuentro se produjeron en su calidad de senador y no se habló de la campaña.

En cualquier caso, anunció que no participará en las actuales y futuras investigaciones que realice el Departamento de Justicia sobre la campaña presidencial de Trump, en la que participó.

¿Por qué nos suena Kislyak?

Sergei Kislyak ha sido embajador de Rusia en Estados Unidos desde 2008, pero fue a inicios de este año cuando empezó a acaparar titulares en la prensa.

Eso ocurrió por sus contactos con otro prominente miembro del círculo más próximo al presidente estadounidense: Michael Flynn, un general retirado a quien Trump nombró como asesor de Seguridad Nacional que luego fue sometido a una investigación federal por sus contactos con funcionarios rusos durante la campaña electoral.

Sessions encabeza el Departamento de Justicia en el gabinete de Trump.

Aunque Flynn reconoció que habló con Kislyak a finales de diciembre, inicialmente dijo que no habían discutido sobre las sanciones que el gobierno de Estados Unidos tiene impuestas sobre Rusia en respuesta a la supuesta interferencia de Moscú en la campaña presidencial de 2016.

Filtraciones posteriores de las agencias de inteligencia revelaron que esa no era la verdad, por lo que Trump decidió pedirle a Flynn su renuncia.

¿Son estas reuniones frecuentes?

Sessions se reunió en dos ocasiones con el funcionario ruso, en julio y septiembre.

La primera vez fue en el marco de un encuentro en el que participaban varios embajadores. En el segundo participó en su condición de miembro del comité de Servicios Armados del Senado.

Pero, ¿son estas reuniones frecuentes?

El senador demócrata Joe Manchin afirmó que las reuniones con los embajadores son parte de su trabajo.

Al ser consultado sobre los encuentros de Sessions con Kislyak, un potavoz del departamento de Estado le dijo a The Washington Post que el senador tuvo "más de 25 conversaciones" con embajadores en su condición de miembro de alto rango del comité de Servicios Armados.

El diario estadounidense consultó a los otros 26 miembros de ese comité y 20 de ellos respondieron que no habían hablado con el embajador de Rusia.

El excongresista republicano Mike Rogers, quien encabezó el comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo que para un senador este tipo de reuniones serían "rutina".

El líder de los demócratas en el Senado, Chick Shumer, se preguntó por qué no se dijo toda la verdad desde el principio.

El senador demócrata Joe Manchin coincidió con ello.

"Me he reunido con el embajador de Rusia en encuentros grupales en los que participan otros senadores", dijo Manchin durante una entrevista en televisión.

"Eso es por mi condición oficial. Eso no es nada. Ese es mi trabajo", agregó.

Esa es la pregunta del millón de dólares en la que los demócratas y los opositores a Trump en el Congreso se están centrando.Pero, si estas reuniones son rutinarias, ¿por qué negarlas?

"Si no había nada malo, ¿por qué no salir y decir toda la verdad?", se preguntó el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Shumer.

¿Sobrevivirá?

El anuncio de la inhibición de Sessions se produjo luego de que se elevaran numerosas voces, tanto en las filas del Partido Republicano como en el Partido Demócrata, señalando que él no debía supervisar la investigación que realiza el FBI sobre la supuesta intromisión de Rusia en la campaña electoral presidencial.

En medio de estas aguas turbulentas, Sessions dijo que la decisión de apartarse de ese caso fue tomada tras consultar con funcionarios de carrera del departamento de Justicia y que se debe a su participación en la campaña de Trump y no a las revelaciones recientes sobre sus encuentros con el embajador de Rusia.

Algunos dirigentes del Partido Demócrata han pedido directamente su renuncia al cargo de fiscal general.

Sessions fue uno de los primeros senadores en anunciar su apoyo a Trump durante las primarias del Partido Republicano.

"Jeff Sessions simplemente no cuenta con la confianza de los ciudadanos estadounidenses. Debería renunciar ahora", dijo en un mensaje de Twitter la congresista por Nueva York Yvette Clarke.

Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Washington, considera que dada la relación cercana entre Sessions y Trump resulta poco probable que se produzca una renuncia.

Pero Zurcher no olvida que eso mismo podía decirse del exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien fue cuestionado por sus vínculos con Rusia y a quien el presidente le pidió que dimitiera el mes pasado.

"Lo que debe ser de particular preocupación para los republicanos es que las revelaciones sobre Sessions encajan en un patrón cada vez más frecuente de ofuscación y negación por parte del círculo íntimo del presidente cuando se trata del tema de los contactos con el gobierno de Rusia", apuntó Zurcher.

"Estas son el tipo de cosas que generan más preguntas, más investigaciones y más especulaciones acerca de qué más puede haber ocurrido", agregó.

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