AFP

Seúl advirtió este viernes a Corea del Norte que había actuado de manera "ilegal" al congelar los haberes surcoreanos en la zona industrial intercoreana de Kaesong, una nueva escalada en las crecientes tensiones en la península desde el cuarto ensayo nuclear norcoreano.

Pyongyang anunció el jueves que cerraba por completo este complejo industrial situado en su territorio y lo sumía a control militar, en respuesta a la decisión unilateral de Seúl de suspender las operaciones.

Esta crispación respecto al complejo industrial, que se presentaba como un símbolo de la "reconciliación", ilustra el recrudecimiento de la tensión entre ambas Coreas tras el ensayo nuclear norcoreano del 6 de enero y el lanzamiento de un cohete por Pyongyang el domingo. 

Todos los surcoreanos que se encontraban en Kaesong, situado a 10 kilómetros de la frontera entre ambos países, fueron expulsados después de recoger únicamente sus efectos personales. Corea del Norte ordenó a su vez congelar todos los haberes surcoreanos, materias primas, productos y equipos.

El ministro surcoreano de Unificación, Hong Yong-Pyo, calificó la decisión de Pyongyang de "muy lamentable", al tiempo que añadió que Corea del Norte debía asumir todas las consecuencias de este acto.

En total, 124 empresas industriales surcoreanas empleaban en Kaesong a 53.000 norcoreanos.

"Corea del Norte expulsó a nuestros ciudadanos en un plazo muy corto, les impidió llevar consigo sus bienes producidos y congeló los haberes de manera ilegal", añadió el ministro.

Hong también condenó la decisión de Pyongyang de cortar las dos únicas líneas de comunicación con Corea del Sur, una medida "injustificada y extrema". "Corea del Norte deberá asumir la responsabilidad de lo que pase a partir de ahora", añadió, sin precisar.

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