Matar bovinos pronto estará prohibido en Sri Lanka, anunció el martes el gobierno, una decisión que se entiende como una concesión a la comunidad budista, principal base de apoyo del partido en el poder.

El gobierno, que puede contar con una mayoría de dos tercios en el Parlamento, quiere aprobar estar prohibición después de haber creado un programa para cuidar a los animales demasiado viejos, incapaces de labrar en los campos.

"Cuando este programa se aplique, abatir bovinos estará prohibido", declaró a los periodistas en Colombo el ministro de la Información, Keheliya Rambukwella, precisando que el gabinete había dado su luz verde el lunes por la noche.

En la vecina India, las restricciones para eliminar a los bovinos impuestas por el gobierno nacionalista hindú causaron un aumento de vacas que deambulaban por las calles, lo que acabó convirtiéndose en un problema.

Desde hace varios años, en Sri Lanka se está reduciendo el consumo de carne bovina, especialmente porque budistas e hindúes no comen carne roja por razones religiosas.

Las importaciones bovinas, que representaron el año pasado sólo 116 toneladas, seguirán autorizadas, según Rambukwella.

El principal partido político que representa a los musulmanes pidió al gobierno que prevea un apoyo financiero para los trabajadores de la industria bovina.

Muchos hindúes consideran las vacas como sagradas y algunos budistas creen que deben evitar comer este tipo de carne por compasión hacia estos animales.

El proyecto de prohibición tiene lugar en un contexto de tensiones crecientes entre musulmanes y la población cingalesa, mayoritariamente budista, tras los atentados yihadistas de Pascua de 2019 en los que murieron 279 personas.

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