AFP

Las autoridades estadounidenses imputaron este lunes a  James Bradley Jr, conductor de un camión hallado repleto de inmigrantes en la localidad de San Antonio, Texas, cerca de la frontera con México.

Bradley puede enfrentar cadena perpetua o la pena de muerte por conducir el camión en el que se hallaron 39 migrantes apilados, y donde las autoridades sospechan que viajaron hasta cien personas a la vez. Diez personas fallecieron, mientras que se registraron 17 heridos, entre ellos dos niños en edad escolar, afectados por golpes de calor y deshidratación. 

El secretario estadounidense de Seguridad Interior, John Kelly lamentó las muertes "sin sentido" de los migrantes que, a su juicio muestra la "brutalidad" de los traficantes de personas.

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