La historia de esta carta bien podría ser el guión de una película. Y no solo por su contenido, sino también por el viaje que hizo desde que fue entregada a su primer dueño.

Se trata de una de las copias que se realizaron en el siglo XV de la misiva original que escribió Cristóbal Colón tras llegar a América, el "Nuevo Mundo" que el navegante creía eran las Indias orientales.

Esta semana la misiva fue devuelta a manos españolas por parte de las autoridades estadounidenses, después de un viaje rocambolesco y una investigación internacional que duró siete años.

Se trata "de un bien cultural de enorme valor histórico y documental, ya que únicamente se conservan 16 ejemplares de estas cartas-incunables repartidos en diversas bibliotecas de todo el mundo", destacó el embajador español en Washington, Pedro Morenés, en la ceremonia oficial celebrada en la ciudad para entregar la carta a España.

Una pista y varios robos

Todo comienza en 2004 o 2005, cuando ese manuscrito fue robado de la Biblioteca Nacional de Cataluña en Barcelona sin que nadie se diera cuenta.

Los ladrones colocaron una copia en su lugar y consiguieron llevarse el original, en el que Colón relata a los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, su experiencia en el continente americano.

El "trueque" fue descubierto años después, en 2012, cuando a las autoridades estadounidenses les llega una pista inesperada: varias copias del manuscrito han sido robadas en diversos puntos de Europa y reemplazadas por falsificaciones extremadamente profesionales.

Ahí es cuando las autoridades en EE.UU. entraron a trabajar, según explicaron durante la ceremonia oficial de entrega a España celebrada en Washington.

El agente especial Mark Olexa comprobó que dos cartas similares fueron hurtadas y sustituidas por imitaciones en bibliotecas de Florencia y el Vaticano, y entonces viajó a Barcelona junto con un profesor de la Universidad de Princeton para constatar sus sospechas de que la que figuraba en bajo su custodia tampoco era la original, informa la agencia Efe.

Al llegar, comprobaron que en Barcelona también se había producido un hurto, en una fecha sin determinar de 2004 o 2005.

Para cuando lo descubrieron, la carta había cambiado de dueño en varias ocasiones.

Los investigadores comprobaron que la copia de Barcelona fue vendida por dos distribuidores italianos por 600.000 euros (US$708.850) en 2005, y posteriormente revendida en 2011 por 900.000 euros (US$1.059.565).

La búsqueda llegó hasta Brasil, donde se dio con el poseedor de la carta.

Tras largas negociaciones, el dueño, al que no se identificó, devolvió el manuscrito en 2014 a las autoridades estadounidenses.

Y esta semana, por fin, volvió a su destinatario original.

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