El autismo es un trastorno que aparece en los primeros 3 años de vida y afecta el desarrollo cerebral normal de las habilidades sociales y de comunicación.
Una condición que, como tantos otras personas, padece un joven de 18 años de Estados Unidos cuya historia se ha vuelto viral, consigna el medio ABCNews.
¿El motivo? El joven, oriundo de Carolina del Norte, se habría intentado suicidar de no ser por la ayuda de un oficial de policía que, conmovido por la situación, lo acogió y dio a conocer su historia a través de internet.
El policía, al ver al joven solo y abatido afuera de su escuela, conversó con él por cerca de 20 minutos y finalmente lo convenció de no atentar con su vida.
La historia tuvo un final feliz y el joven incluso mejoró su estado de ánimo.
"Hay algo más que hacer detenciones policiales y hacer cumplir la ley. A veces una pequeña decisión puede hacer una gran diferencia en la vida de una persona", reflexionó el oficial Tim Purdy.
¿Cómo reconocer a una persona autista?
Según explica el Departamento de Salud de Estados Unidos, el autismo es un trastorno físico ligado a una biología y una química anormales en el cerebro. Las causas exactas de estas anomalías se desconocen. Probablemente, haya una combinación de factores que llevan a que se presente el TEA (Trastorno del Espectro Autista). Esta afección puede ser hereditaria en algunas familias y las investigaciones muestran que muchos genes pueden estar involucrados.
Pero más allá de las definiciones, ¿cómo podemos reconocer a una persona autista o ayudarla en caso de que su vida esté en peligro?
Los síntomas pueden variar de moderados a graves.
Una persona con autismo puede:
- Ser extremadamente sensible en cuanto a la vista, el oído, el tacto, el olfato o el gusto (por ejemplo, puede negarse a vestir ropa "que da picazón" y se angustia si se lo obliga a usarla).
- Experimentar angustia inusual cuando le cambian las rutinas.
- Efectuar movimientos corporales repetitivos.
- Mostrar apegos inusuales a objetos.
Y entre sus comportamientos:
- Actúa con ataques de cólera intensos.
- Se dedica a un solo tema o tarea.
- Tiene un período de atención breve.
- Tiene intereses muy restringidos.
- Es hiperactivo o demasiado pasivo.
- Muestra agresión hacia otras personas o a sí mismo.
- Muestra gran necesidad por la monotonía.
- Utiliza movimientos corporales repetitivos.
En este momento, no existe cura para el TEA. La intervención temprana, apropiada e intensiva mejora en gran medida el pronóstico de la mayoría de los niños pequeños con TEA. La mayoría de los programas se basan en el interés del niño por un programa de actividades constructivas altamente estructurado.
En suma, un tratamiento médico oportuno es la alternativa más recomendada, pero sin duda, el amor y la procupación hacia las personas que parecen autismo, es la mejor cura.