Los sondeos electorales se equivocaron completamente en Argentina. Ninguno de ellos se acercó al resultado real que se dio a conocer en la madrugada del lunes que muestran un estrecho resultado con una diferencia de menos de dos puntos entre el oficialista Daniel Scioli y el oposior Mauricio Macri. 

Dichas encuestas señalaban, casi con una unanimidad que Scioli estaría en torno al 40% de la votación, que Macri rondaría el 30% y que era muy probable que el oficialismo lograra ganar sin necesidad de segunda vuelta. Es decir, logrando el 40% de la votación y aventajando por al menos 10 puntos a la oposición.

Hace una semana, la encuesta de Managment & Fit, en el diario Clarín, le dio a Scioli 38,3% y 29,2% a Macri; la de Artemio López en el periódico Perfil le entregó 39,6% al oficialista y 25,2% al opositor; la de CEOP en el diario Página/12 le adjudicó 40,7% a Scioli y 28,2% a Macri y finalmente la IPSOS vaticinó 42% al candidato del kirchnerismo y un 30,2% al postulante opositor. 

El primero de esos sondeos le daba una diferencia de 9,1 puntos a Scioli sobre Macri. Para la segunda, la diferencia era de 14,4, mientras que para las dos restantes era de 12,5 y 11,8, respectivamente. Es decir, dos de esas encuestas vaticinaban que no habría segunda vuelta.

Sin embargo, todos los sondeos se equivocaron en tres cosas: menospreciaron la votación del candidato de la oposición, entregaron más intención de voto al oficialismo y aventuraron que Scioli tenía opciones de ganar en primera vuelta.

Ninguna se acercó al resultado real que habla de un empate técnico con cerca del 35% para cada uno de los dos postulantes, abriendo un escenario incierto de cara a la segunda vuelta presidencial, ya que los analistas aventuran que se dividirán los votos del peronista disidente Sergio Massa, quien alcanzó el 21,2% de la votación. 

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