El Tribunal Constitucional de Corea del Sur validó el viernes la destitución del presidente Yoon Suk Yeol por haber impuesto brevemente en diciembre una ley marcial que sumió al país en una grave crisis.
La sentencia implica la salida definitiva del cargo de Yoon, que ya había sido suspendido de sus funciones, y la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas en un plazo máximo de 60 días en esta potencia económica asiática.
Aunque duró apenas unas horas, la interrupción del orden civil y el envío del ejército a la Asamblea Nacional en la noche del 3 al 4 de diciembre trastornaron la política y la economía de este aliado clave de Estados Unidos.
Antes fiscal estrella del país, el conservador Yoon fue suspendido por una moción de destitución del parlamento y luego arrestado y encarcelado durante casi dos meses por acusaciones de insurrección.
Su destino estaba ahora en manos del Tribunal Constitucional, que tenía que decidir si ratificaba o no la destitución decretada por los diputados.
"Pronunciamos el siguiente veredicto, con el acuerdo unánime de todos los jueces. Destituimos al demandado presidente Yoon Suk Yeol", dijo el magistrado principal, Moon Hyung-bae.