El presidente de EE.UU., Donald Trump, decidió no viajar a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida por el fin de semana y permanecer en Washington a causa del posible cierre del gobierno federal por la falta de un presupuesto, informó la Casa Blanca.

De acuerdo con la Casa Blanca, Trump tenía previsto viajar este viernes a Florida para pasar el fin de semana, pero ese viaje fue cancelado. En caso de que los dos mayores partidos políticos no alcancen un acuerdo para un presupuesto, oficinas federales deberán dejar de funcionar luego de la medianoche del viernes.

Trump tenía previsto en su agenda diaria volar hacia Florida a las 16.30 hora local para pasar el fin de semana y celebrar en su club privado Mar-a-Lago su primer aniversario como presidente.

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la noche del jueves un proyecto de ley de presupuesto temporal para evitar el cierre del gobierno federal, que ahora pasará al Senado donde los demócratas han prometido bloquearlo.

Con el tiempo en contra -el plazo expira el viernes a medianoche-, los legisladores aprobaron extender el presupuesto cuatro semanas, hasta el 16 de febrero, por 230 votos contra 197.

Las posibilidades de que la medida corra la misma suerte en el Senado parecen pocas, ya que los demócratas quieren aprovechar la situación para negociar partes del presupuesto y alcanzar un acuerdo migratorio.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo que si no se logra un acuerdo para la noche del viernes, debería acordarse una medida de muy corto plazo para "dar al presidente unos pocos días para arrimarse a la mesa".

El líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, señaló en tanto que el proyecto aprobado por la Cámara baja otorga cuatro semanas de financiamiento, suficiente para proseguir las negociaciones "sin necesidad de lanzar al gobierno a un desbarajuste".

"La Cámara baja hizo lo correcto para nuestros hombres y mujeres en uniforme y para los millones de niños que se benefician del CHIP", un programa de salud pública para niños pobres, tuiteó el presidente de la Cámara baja, Paul Ryan, tras la votación.

Ryan pidió a los senadores demócratas "hacer lo correcto para el pueblo estadounidense".

El presidente Donald Trump se metió el jueves en las frenéticas negociaciones para lograr un acuerdo presupuestario en el Congreso, imponiendo condiciones y confundiendo a su propio partido en vísperas de una posible parálisis del gobierno federal.

"Es muy posible" que el Estado federal cierre el viernes, dijo el presidente culpando a los demócratas. 

La última vez que ocurrió, en 2013, 800.000 funcionarios fueron licenciados por más de dos semanas. 

En vísperas de que entre en vigor el cierre, cientos de miles de trabajadores de agencias federales consideradas no esenciales recibieron la orden de permanecer en casa hasta nuevo aviso. Sus salarios serán pagados de forma retroactiva cuando se desbloquee la situación.

La Casa Blanca, el Congreso, el Departamento de Estado y el Pentágono seguirán operativos.

Trump advirtió que si el gobierno federal entraba en parálisis sería "devastador".

Regularizar a los "dreamers"

Los republicanos, que dominan el Senado y la Cámara, quieren un presupuesto para 2018 que aumente el gasto militar, una promesa de campaña de Trump, que considera que las fuerzas armadas tienen equipamiento insuficiente después de más de 16 años de guerra ininterrumpida. 

"Estamos reconstruyendo nuestro ejército (y el cierre) sería lo peor para él", dijo el jueves durante un visita al Pentágono. 

A cambio de sus votos, los demócratas piden regularizar a unos dos millones de "dreamers" (soñadores), jóvenes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños y que corren el riesgo de deportación luego de que Trump derogara en septiembre del año pasado el programa DACA de la era Obama, que les otorgaba residencia temporal.

Los republicanos pretenden votar el jueves por la tarde un nuevo acuerdo de financiamiento temporal, hasta mediados de febrero, y la continuación del CHIP durante seis años, sin incluir medidas de inmigración.

En una andanada de tuits matutinos, Trump presionó al Congreso y a los demócratas acusándolos ​​de obstrucción. 

"Una parálisis del gobierno tendrá consecuencias devastadoras en nuestras fuerzas armadas... a los demócratas no les importa", señaló. 

Y dijo que el CHIP "debería ser parte de una solución a largo plazo, no una extensión de 30 días o de corto plazo".

Evitar el "caos"

Ryan también debe enfrentar los reclamos de los republicanos ultraconservadores, opuestos a cualquier concesión sobre asuntos de inmigración. 

Los republicanos se han mostrado de acuerdo en resolver la situación de los "soñadores", que han quedado en el limbo y desde marzo podrán ser deportados.

Pero Trump exige que cualquier ley sobre inmigración incluya fondos para el muro en la frontera con México que prometió construir durante la campaña electoral, así como otras medidas como el fin de la reunificación familiar ("migración en cadena") y la abolición de la lotería anual de la "green card", el permiso de residencia.

Trump, que ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una prioridad de su gobierno, también reiteró el jueves que el muro debería ser parte del acuerdo presupuestario. 

"Si no hay muro, ¡no hay acuerdo!", dijo el presidente en otro mensaje en Twitter. 

Trump quiere que el Congreso financie su proyecto, que "debe detener el flujo masivo de drogas desde México, ahora clasificado como el país más peligroso del mundo", según tuiteó. 

Los demócratas, que se niegan a financiar una obra que consideran simboliza una política xenófoba, pueden bloquear todo en el Senado, donde se requerirá una mayoría calificada de 60 votos en 100. 

Sin embargo, el senador republicano Lindsey Graham dijo el miércoles por la noche que los demócratas habían acordado algunos aspectos de la financiación del muro.

Publicidad