Por AFP

El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró este jueves Puerto Rico como zona de "gran desastre", liberando fondos federales para atender la devastación que dejó la víspera el huracán María en una isla que ya estaba en bancarrota.

"El presidente Donald Trump declaró que existe un gran desastre en el territorio autónomo de Puerto Rico y ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de recuperación locales del territorio en las áreas afectadas por el huracán María", indicó la Casa Blanca en un comunicado.

Para el servicio federal de emergencias FEMA, la declaración de "emergencia" pone un límite de 5 millones de dólares a la ayuda federal, mientras la declaración de desastre carece de límite.

La asistencia puede incluir subsidios para albergues temporales y reparaciones de hogares, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedades que no estaban aseguradas y otros programas para ayudar a los individuos y empresarios a recuperarse de los efectos del desastre.

María entró en la mañana del miércoles al sur de Puerto Rico como un huracán categoría 4, con vientos de más de 200 kilómetros por hora y lluvias torrenciales. Y emergió en la tarde por el norte de la isla dejando un muerto en Bayamón (noreste), gran devastación en sus infraestructuras y la energía colapsada en su totalidad.

Es una catástrofe difícil de asumir para una isla (un Estado libre asociado a EE.UU.) que está pasando por la mayor crisis financiera de su historia, con una deuda de 74.000 millones de dólares.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló había solicitado el miércoles al mandatario Trump que declarara la isla como zona de emergencia tras el impacto del huracán María.

En palabras de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz: "Hay mucho dolor, mucha devastación", la isla está "destruida".

Puerto Rico se declaró en mayo de 2017 en el mayor proceso de quiebra jamás lanzado para una entidad local estadounidense. A causa del desempleo, casi uno de cada diez habitantes ha dejado la isla en los últimos diez años.

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