Los líderes de la Unión Europesa (UE) están bajo presión porque además de la falta de vacunas y el lento proceso de inoculación en los distintos países miembros, se ha planteado la creación de un "pase verde” que se entregaría a todos quienes han recibido la vacuna contra el COVID-19. El tema ya ha sido demandado por algunos países que quieren aplicar dicho pasaporte en toda Europa.

Antes de la videoconferencia que se realizará este jueves (25.02.2021), el canciller de Austria, Sebastian Kurz, y el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov, pidieron que se emitan los "pasaportes verdes" para permitir que los europeos que han sido vacunados viajen y socialice     "Queremos volver a la normalidad lo más rápido posible, recuperar nuestras viejas vidas y tener la máxima libertad", tuiteó Kurz.

No obstante, varios funcionarios y diplomáticos de la UE han advertido que, si bien respaldan un registro de vacunación verificable, es demasiado pronto para considerar el uso de "pasaportes de vacunas" para facilitar los viajes. Francia y Alemania, en particular, se oponen, por temor a un cisma de viaje entre una minoría de que ha recibido la vacuna y la mayoría que no ha sido vacunado.

Mientras tanto, Grecia ha indicado que está lista para moverse más rápido que sus pares de la UE y ya ha llegado a un acuerdo de viaje bilateral con Israel, que ya cuenta con la mitad de su población con al menos la primera dosis de la vacuna y ha reabierto el comercio y la cultura y el ocio. También ocurriría lo mismo con Gran Bretaña, donde las reservas de vuelos de bajo costo a Grecia, España y Turquía se dispararon después que Londres señaló que las restricciones a los viajes de placer al extranjero podrían levantarse a mediados de mayo.

Los líderes tendrán que examinar opciones para desarrollar una estrategia común de certificados, pero también cómo acelerar el lento despliegue de vacunas en el continente. A Bruselas también le preocupa que la aparición de variantes del SARS coV2 pueda requerir inyecciones de refuerzo modificadas, lo que a su vez significaría que los certificados de vacunas tendrían que actualizarse constantemente.

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