Una mujer en Alabama (Estados Unidos) recibió un disparo en su vientre mientras estaba embarazada, lo que produjo la muerte del feto. Es acusada por homicidio involuntario. 

Según el medio The Guardian, Marshae Jones tenía cinco meses de embarazo cuando otra mujer le disparó el pasado diciembre. Este miércoles, Jones, de 27 años, fue acusada formalmente por el jurado del condado de Jefferson por homicidio involuntario y estará recluida en la cárcel local con una fianza de $ 50,000 dólares ($34.024.750 pesos chilenos). Sin embargo, la mujer que le realizó el disparo, salió en libertad.

El 15 de mayo pasado, la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, firmó un proyecto de ley que prohibe el aborto en casi todas las circunstancias, incluidas las violaciones y el incesto. Alabama es uno de los 38 estados con leyes de homicidio fetal que reconocen a un feto como una víctima potencial.

El caso ha alarmado a los grupos a favor de la decisión propia sobre el aborto (pro choice), quienes dicen que esto es una evidencia de cómo las leyes restrictivas del aborto se están utilizando contra las embarazadas.

"La investigación demostró que la única víctima verdadera en esto fue el bebé por nacer", dijo el teniente Danny Reid, de la policía de Pleasant Grove.

Reid agregó que: "Fue la madre del niño quien inició y continuó la lucha que resultó en la muerte de su propio bebé por nacer".

Redes sociales han reaccionado al fallo judicial. Dentro de ellos, Ilyse Hogue, la presidenta de la organización Naral que lucha por el "pro-choice", tuiteó: "Hoy, Marshae Jones fue acusada de homicidio cuando alguien le disparó en el estómago mientras estaba embarazada, lo que puso fin a su embarazo. Dijeron que ella 'lo comenzó'. La tiradora salió libre. Al 2019, esto es una mujer de color embarazada sin medios en un estado rojo (refiriéndose a la cantidad de republicanos que votan en Alabama). Esto sucedió ahora".

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