Esta historia tiene un final poco habitual si consideramos que la protagoniza un tiburón blanco, uno de los mayores depredadores del mar.

Ocurrió en la playa Chatham, en Massachusetts, Estados Unidos, donde los bañistas que disfrutaban de un día de Sol se encontraron con un joven ejemplar de tiburón blanco yaciendo aún vivo en la arena y luchando por respirar.

Lejos de asustar a los bañistas, -ya suman una decena los ataques de tiburones en la costa este de Estados Unidos este año- algunos se conmovieron con su dramática lucha por sobrevivir y prestaron sus baldes de playa para rociarlo con agua y mantenerlo con vida.

Luego, los voluntarios de una organización de rescate animal ataron una cuerda a su cola y trataton de arrastrar al tiburón aguas adentro con un bote.

El animal estaba en malas condiciones y no reaccionó. A esa altura varios voluntarios perdieron el miedo y entraron al agua para amarrar al tiburón con una cuerda y estabilizarlo junto al bote en movimiento. Así lo llevaron aguas adentro tratando de que el agua pasara a través de sus branquias.

Los rescatistas dijeron que poco después de eso el  tiburón recuperó fuerzas y movilidad, y que lograron etiquetarlo con un transmisor que enviará información sobre su desplazamiento en el mar.

Aquí puedes ver el video del rescate: 

Rescatistas y voluntarios tratan de hacer que el tiburón recupere la respiración.
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