"Nunca me voy a olvidar de ese día, hasta me acuerdo de la hora. Fue un 11 de agosto del 2017. Eran las 09:05 de la mañana y me llamaron mientras estaba haciendo clases. Me dijeron que mi mamá, tras años de tener cáncer, había desarrollado metástasis ósea. Yo al tiro pensé: 'se me va a ir'", contó Mariela Valdés a T13.cl. 

Mariela es una profesora de química de 32 años de Parral que, junto a su familia, había apoyado a Sandra, su madre, tras siete años de tratamiento contra el cáncer de mama. Esto implicaba que, desde el 2010 en adelante, todas las tardes después del trabajo estaban dedicadas para estudiar sobre tratamientos que pudiesen erradicar esta enfermedad. 

Sandra acumulaba cada vez más dolores en el cuerpo, y para Mariela esto significaba ponerle más esfuerzo a la investigación. Hasta que un día, casi como una señal, abrió una de sus redes sociales y encontró el anuncio de una clínica que realizaba terapias alternativas para el cáncer. 

"Investigué y recé mucho, así llegué a la Clínica Recell. Cuando vi su página, me contacté con ellos y les pedí que me enviaran papers que respaldaran sus tratamientos. Le pedí ayuda a una colega de biología para que me ayudara a entender mejor todo, y cuando me convencí, me organicé con mis cercanos para poder pagar el tratamiento. Le expliqué a mis papás qué es la inmunoterapia lo mejor que pude y ahí los llevé a la clínica", contó Mariela.

Actualmente,según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la principal causa en el mundo: en 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran. Además, según los últimos datos validados por el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del año 2019, los tumores, incluyendo neoplasias malignas y benignas también son la primera causa de muerte en Chile.

La eterna deuda del sector público y privado para aquellos que sufren de esta enfermedad, que afecta a todo el círculo cercano del paciente, los ha llevado a probar nuevos tratamientos como la inmunoterapia personalizada. 

Según Recell, el centro chileno especializado en inmunoterapia, el tratamiento consiste en utilizar una vacuna ONCOVIX, que aísla células desde la sangre y las programa para que puedan combatir el cáncer, concentradas luego en una vacuna para cada paciente. Esta es efectiva para tumor sólido que incluye carcinoma (cáncer de mama, gástrico, colón, vesícula biliar, hepático, renal, testicular, ovárico, ginecológico, piel, próstata, páncreas, pulmón y otros), gliomas, sarcoma, melanoma, linfomas no hodgkin, entre otros y Leucemias.

"En 2018 empezamos con la terapia alternativa. Antes de ella, cada vez que veíamos los exámenes de mi mamá, salía que la enfermedad avanzaba. Luego de estar un tiempo en Recell, con quienes estoy muy agradecida, finalmente apareció en el papel 'sin avance'. Todo gracias a la inmunoterapia", dijo Mariela. 

"Nosotros oramos mucho. Un pastor nos dijo que, si este era el tratamiento adecuado para mi mamá, no ibamos a tener trabas y así fue. En Recell nos han tratado con mucho cariño, como si fuéramos familia. Ahora mi mamá es autónoma, es activa. De hecho, como yo soy asmática, hay días en los que ella me cuida a mí. Ella sigue en tratamiento, pero está estable", agregó la profesora. 

Tras esta experiencia, es normal para Mariela que la contacten para orientar a otras personas diagnosticadas de cáncer, o cercanos a esta enfermedad, y ella siempre los ayuda. Para ella, la clave para combatir el cáncer está en no rendirse, en estudiar e intentar con diferentes tratamientos. 

"El mensaje que quiero dejar es que lo intenten, y que no esperen. Si yo no lo hubiese intentado, no podría pasar el tiempo con mi mamá", finalizó.

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