"Si son las ocho de la mañana son ocho campanadas y así". De esta manera, los vecinos de la parroquia Santa Gema Galgani, ubicada en la comuna de Ñuñoa, describieron el problema acústico que afecta a su barrio desde octubre pasado. 

El horario de los campanazos es de lunes a lunes desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche, y cuenta con una melodía introductoria de dos minutos incluida.

Si bien acusan que no hay "ninguna pelea" con el párroco del recinto, Cristián Cano, pasa que "molesta mucho a la comunidad", indicaron a Las Últimas Noticias.

Sin embargo, la jefa regional de la Superintendencia de Medio Ambiente, María Isabel Mallea, confirmó la existencia de una denuncia a la parroquia por ruidos molestos exigiendo que "retire sus parlantes o bien que los silencie", y que fue derivada a la Seremi de Salud para que haga las fiscalizaciones correspondientes.

Desde la misma entidad informaron que si el resultado de las ingadaciones arroja que supera el ruido máximo permitido para las zonas residenciales, es decir, de 55 decibeles, en horario de 7 a 21 horas, y de 45, desde las 21 a 7 horas, la parroquia se arriesga a multas en un rango de 1 ($538.140) a 10.000 UTA

El aludido religioso, de 72 años, indica que las campanas no suenan tan fuerte y según constató a LUN, nadie se ha acercado a hablar con él o le ha entregado una carta con firmas de quienes apoyan eliminar el toque de las campanas. 

Publicidad