Este martes se procedió a borrar con pintura blanca un mural que desde hace dos años se llevaba todas las miradas de los turistas que paseaban por la intersección de las calles Rosal con Lastarria, en pleno casco santiaguino.

El hecho que fue revelado por la cuenta de Instagram de la agrupación Santiago Adicto, generó gran polémica en redes sociales.

De acuerdo a esa agrupación, la intervención se hizo en el marco del festival "Hecho en Casa" por parte del artista antofagastino Luis Núñez.

En la publicación se responsabilizó al Ministerio de las Culturas, especificando que "si bien el mural tenía un permiso de 6 meses, una parte importante de los vecinos del edificio estaban luchando por mantenerlo. Además, este trabajo de arte urbano se transformó en un hito turístico".

Varios usuarios en redes sociales emplazaron a las autoridades, por lo que el municipio de Santiago reaccionó y explicó por qué se llevó a cabo la controvertida medida, asegurando que lo que ocurrió "es un acuerdo que existía con los vecinos". 

Dicho trato consistía en recuperar la pintura original de la muralla, "como lo pidieron los dueños del inmueble y la Administración del Edificio" al Consejo de Monumentos Nacionales.

El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, aseguró haber conversado con Luis Núñez para comenzar a trabajar en nuevos murales para la comuna.

"Acabo de hablar con muralista Luis Núñez para que comencemos a trabajar juntos en nuevos murales en la comuna, en lugares donde no incomoden a nadie y que no deban pasar por tantas autorizaciones. Muros hay de sobra, así que nos pondremos a trabajar de inmediato con el Ministerio de las Culturas", declaró en Twitter.

 

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