Sin duda alguna que los trabajadores de salud han tenido que enfrentar el lado más complejo de la pandemia por el COVID-19, una situación que se ve reflejada en el estudio “The Covid-19 Health Care Workers Study”.

La investigación mide el impacto del coronavirus en la salud mental en médicos, administrativos, enfermeras y auxiliares de 30 países. En el caso de Chile, el reporte se basa en las respuestas entregadas por 954 funcionarios mediante un cuestionario online entre el 19 de mayo y 2 de junio.

Dentro de los resultados obtenidos, el 31,4% de los trabajadores de la salud de Chile presentan síntomas depresivos graves o moderados.

En detalle, los síntomas depresivos más frecuentes corresponden a las alteraciones del apetito (38,6%), del sueño (32,7%), problemas para concentrarse (19%), falta de energía (37,3%) y la pérdida del interés por hacer cosas (16,3%).

De acuerdo con el psiquiatra Rubén Alvarado, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile e investigador del estudio, en este reporte “nos encontramos con un porcentaje alto de personas con malestares psicológicos”, lo que se traduce en que “el 54,8% de los encuestados podrían estar padeciendo algún problema de salud mental”, consigna Las Últimas Noticias.

Según Alvarado, “esto es tres veces lo que uno encuentra en la población general”, por lo que el estudio pretende que se tomen medidas de protección para los funcionarios en esta materia.

La mayoría de las personas con niveles altos de malestar psicológico no ha recibido ayuda, seguramente porque no se han dado cuenta y no la han ido a buscar. Hoy se debe pasar de una perspectiva pasiva (que los funcionarios pidan ayuda) a una activa, es decir, salir a buscar a las personas que necesitan atención médica”, concluye.

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